Borges, el hombre que descubrió los objetos del universo
Hace 70 años El Aleph vio la luz por primera vez y dejo un legado en la literatura Latinoamericana.
Por Haín Martínez
“Me parece que es algo tan íntimo, que no podemos vivir la palabra “poesía”, en otras palabras, sin quitarle fuerza, sin debilitarla”, palabras que el autor del Aleph persuadió cuando Álvaro Gálvez y Fuentes le preguntó: para usted ¿Qué es la poesía?
Autor polifacético de letras espejo que se refería a sí mismo como “otro Borges” describiría a la literatura como una forma de recrear la felicidad del ser humano. Escribió hace 70 años, una de las obras cumbre de la enigmática literatura latinoamericana: “El Aleph”, obra vanagloriada por ser retrato de la vida de un Borges que incita a vivir otras vidas, en donde la historia y la literatura van de la mano como disciplinas hermanas que cumplen un solo fin, como se puede percibir en su cuento El Evangelio según San Marcos o Tres versiones de Judas.
Pero principalmente en su cuento el Aleph destaca a un narrador de escritura fantástica, un conocedor y jugador de la realidad en sus cuentos y en su literatura en general, autor que ha incursionado en cuentos, ensayo y poesía.
Alef, o Aleph según su significado por la Real Academia Española se define como la primera letra del alefato hebreo, o alfabeto hebreo, que en la obra de Borges se define como un objeto que permite contemplar de todas las perspectivas posibles, todos los objetos del universo.
Acercándose a la literatura de borgiana se descubre un mundo lleno de misticismo, como si el autor buscara demostrar que la literatura es un arte en donde se puede consentir al lector común, con los sentires más puros y que las letras son la mejor herramienta para ficcionar una realidad.
En sus narraciones destaca la visión de un autor enigmático, innovador y que busca romper con los paradigmas del realismo latinoamericano. El universo borgiano, destaca una relación entre lo fantástico y lo real, con influencia del gran escritor también argentino Leopoldo Lugones, que comenzaría a indagar en los primeros intentos por construir género fantástico en la argentina.
El cosmos Borgiano estudia las palabras: tiempo, el laberinto y el nombre de las cosas, siempre busco un sentido y las desarrolló en su literatura, sin olvidar el entendimiento de estas.
Otro de los lados más íntimos de la literatura de Borges fue la poesía, en donde incursiono también en temáticas como la guerra, la historia de bronce y otras temáticas más. Para Borges la poesía, se describe de la siguiente forma:
“La poesía es el encuentro del lector con el libro, el descubrimiento del libro. Hay otra experiencia estética que es el momento, muy extraño también, en el cual el poeta concibe la obra, en el cual va descubriendo o inventando la obra. Según se sabe, en latín las palabras “inventar” y “descubrir” son sinónimas.[1]
Mucho se podría decir de su visión de vida, de sus intentos por cambiar el mundo a través de su ingente pluma y de su genialidad para lograr en el lector, la incursión de vivir nuevos mundos, solo faltaría adentrarse a su literatura para poder coincidir en su visión a través de su más grande pasión que son las letras y la poesía, porque como bien lo dice Rene Descartes que “Leer es hablar con las mejores mentes del pasado” y con Borges valdría la pena tomar el riesgo.
Íntimo amigo de los literatos Bioy Casares y Alfonso Reyes del cual, el último se referiría a él como su “maestro”, e íntimo amigo. También se le considera ser el autor del prólogo de la edición del Fondo de Cultura Económica de “Confabulario” de Juan José Arreola, que coincidía en postura y le debía el haber sido Borges en su vida.
A lo que el argentino se referiría en su más libre estilo al autor del Guardagujas, “Juan José Arreola, en una época de recelosos nacionalismos, fija su mirada en el universo en sus posibilidades fantásticas. Deja fluir su imaginación para deleite suyo y para el de todos”[2]
Roberto Alifano (General Pinto, provincia de Buenos Aires, 1943) poeta, narrador y ensayista argentino, se jacta de ser uno de los tantos amigos de Borges, mentor y “amanuense”. Hombre que compartió con Borges uno de los más grandes secretos de toda su literatura, así como el amor por las letras.
“Es un don que le debo agradecer a la vida, haberlo conocido y, misteriosamente, de pronto pasar a ser su amanuense, como me gusta decir. Los amanuenses reciben los dictados de un maestro y yo tuve esa felicidad: trabajar con ese maestro inmenso”[3]
Alifano, menciono, en una entrevista en La Jornada, que redacto varios artículos de anécdotas que el buen Borges tenía con el actual papa Francisco.
“Borges me dijo un día: ‘me visita el cura
Bergoglio, el jesuita; es una persona amplia, muy inteligente, podemos
conversar acerca de cualquier tema, siempre es muy grato estar con él, pero he
notado que tiene tantas o más dudas que yo, hasta puede ser posible que no crea
en Dios, pero si tenemos en cuenta que se trata de un jesuita, todo puede ser
posible’. Ese comentario refleja también el humor y la ironía de Borges”,
concluye Alifano.[4] Celebremos
la riqueza que este bonaerense nos legó con su magnánima obra El Aleph y en nuestra literatura
latinoamericana.
[1] Conferencia de Jorge Luis Borges, publicada en el portal Hablar de poesía, donde no especifica datos sobre la conferencia consultada en https://hablardepoesia.com.ar/2017/07/23/que-es-la-poesia-de-borges/
[2] Cita tomada del sitio web “20 minutos” de su artículo Destacan literatos alcances de Juan Jose Arreola, consultado en https://www.20minutos.com.mx/noticia/b63933/destacan-literatos-alcances-de-juan-jose-arreola/
[3] Cita tomada del sitio web: “Embajada de México” del artículo Borges “Encantaba las palabras y es un Mozart en la Literatura” consultado en https://emexi.cancilleria.gob.ar/content/borges-encantaba-las-palabras-y-es-un-mozart-de-la-literatura
[4] Cita tomada de la sección cultural de la Jornada de su nota artículo “Borges encantaba las palabras y es un Mozart de la literatura “, de la publicación del día miércoles 13 de abril de 2016.