Festividad de Día de Muertos
Por Haín Martínez
Según algunos historiadores la tradición del Día de Muertos es un “Elemento fundamental en el conjunto de tradiciones mexicanas las cuales se complementan, mediante la elaboración de una ofrenda” la complementación recae en la benevolencia hacia el ser querido, en hacer que los difuntos vengan del inframundo como invitados a pasar un día en alma de aquellos seres que representaron y siguen representando en el espíritu humano. ¿De dónde surgirá esta incesante y tan arraigada tradición que como mexicanos nos caracteriza?
Las tribus prehispánicas recurrían a estas prácticas con el fin de recordar a los miembros de su familia que morían y para representar tributo a sus dioses, esto dependía de las diversas cosmovisiones que profesaban cada tribu sobre la esencia de la vida humana; tradición que persiste desde antes de la llegada de los españoles y a la que se le han ido anexando elementos, como imágenes religiosas católicas, rosarios, crucifijos e iconos sacros.
Hay diferentes representaciones de ofrendas: están las de dos niveles, de tres y de siete. Las de dos representan la dualidad del cielo y el infierno.
Las de tres representan la denotación del cielo, infierno y la tierra. La ultima de siete niveles, según cosmovisión de otras tribus representan los siete pecados capitales, teniendo como puntos en común: la representación que los seres humanos recorren en la tierra para llegar al inframundo y los pecados en los que todos los seres humanos podrían llegar a caer.
Es común ver en las ofrendas que actualmente se edifican, algunos retratos familiares, comida que ellos disfrutaban, papel de china picado con imágenes de felicidad de la muerte, o en caso de los niños algunos juguetes que eran de su gusto, al llegar el momento de su llegada se reciban con copal, con la representación de la flor de cempasúchil en forma de cruz, veladoras y algunas flores por el simple gusto de complacer al ser querido.
En las ofrendas se pueden observar diversos elementos que predominan en las ofrendas actuales, y que en un significado prehispánico se denominan de la siguiente manera: El aroma, en simbolización de la purificación del alma, Papel Picado en simbolización de la pureza y el duelo de perder al ser querido, los elementos de Fuego, en las veladoras, Tierra en las frutas que se le ponen al difunto o semillas y el Agua, en las bebidas. En cuanto a las bebidas algunas ofrendas incluyen bebidas alcohólicas con el fin de complacer al difunto y seguir con el tradicionalismo de algunos lugares y en la comida la del gusto del difunto.
Un elemento que no debe faltar en las ofrendas son las calaveritas de dulce, que en representación se podrían caracterizar al gusto que los mexicanos posemos ante la muerte con estas tradiciones, como una muerte “dulce”.