Javier Camarena hace historia en el Teatro Real en Madrid
La interpretación de Javier Camarena de ‘Una furtiva lacrima’, de la ópera ‘El elixir de Amor’ de Donizetti provocó un silencio conmovido en las casi dos mil personas que asistieron a la representación.
Fuente La Jornada
Madrid. Con su voz transparente, con su fraseo nítido y limpio, pero también con esos silencios prolongados e intensos, que sobrecogían el alma, el tenor mexicano Javier Camarena cantó su cuatro bis en el Teatro Real en su interpretación del aria Una furtiva lacrima, de la ópera El elixir de Amor de Donizetti. El tenor mexicano ha hecho historia, convirtiéndose en el primera en cantar cuatro bises y asumiendo así su papel de artista fetiche del prestigioso coliseo madrileño.
Javier Camarena, nacido en Xalapa hace 43 años, se ha convertido en los últimos años en el tenor de referencia en el mundo, sobre todo en el repertorio del bel canto. Su voz es capaz de resistir los agudos más exigentes, al mismo tiempo que transmite emoción y calidez en cada una de sus interpretaciones. Prácticamente en todo el mundo operístico hay consenso de que el cantante mexicano es hoy en día el mejor tenor del mundo, al convertir cada una de sus actuaciones, ya sea en versión de recital o interpretando alguno de los roles de su amplío repertorio, en momentos únicos en los que se toda las virtudes de la ópera se hacen presente. Gracias a su voz y al resto de elementos que le rodean, que él, sólo con su voz, su instrumento, las hace más vivas y mejores.
Así ocurrió en la noche de ayer en el Teatro Real, en su única representación de Nemorino, de El elixir…, consciente de que todas las miradas estarían puestas en su forma de asumir un papel que, al menos en esta puesta en escena, exigía mucho movimiento y actividad en el escenario al tiempo que musicalmente es de una alta complejidad. Y Camarena no defraudó. Su interpretación de la aria fetiche de esta ópera y también una de las más celebradas del mundo provocó un silencio conmovido en las casi dos mil personas que asistieron a la representación. Provocó una inmensa emoción que sólo se rompió con un estruendoso y cerrado aplauso de más cuatro minutos con el público en pie.
Así hasta que regaló al público, con la connivencia del director musical, un bis de La furtiva lacrima… Que después de ejecutado convirtió de nuevo al Teatro Real en un fervoroso aplauso hacia el tenor mexicano, que agradeció emocionado, con los ojos llorosos y una inmensa sonrisa en el rostro. Igual que ocurrió cuando debutó en 2014 con La hija del regimiento, cuando cantó en hasta dos ocasiones sus históricos bises en el aria Ah! mes amis, quel jour de fête! sus 18 dos de pecho, además del bis que también canto en el sexteto de Lucia di Lammermoor, en 2018.