Despierta la Jerarquía Católica

SUMARIO / Gustavo Gonzalez Godina

Se enojaron los imbéciles porque los llamé por su nombre. ¿Pero de qué otra manera les puedo llamar? Un imbécil es alguien que padece imbecilidad, y ésta es un retraso mental en un adulto, que corresponde a una edad situada entre los 3 y los 7 años. ¿Qué sabe un niño de esa edad de la historia de su país?, ¿qué sabe de lo que pasa o ha pasado en otros?, si no sabe lo que está pasando ahora, menos lo que ocurrió hace un siglo o hace veinte. Imbécil -dice el diccionario- es una persona poco inteligente o que se comporta con poca inteligencia.

A diario vemos en los noticieros imágenes de personas muy pobres sufriendo porque desapareció el Seguro Popular, que les cobraba muy poco por una cama de hospital y nada por los medicamentos, y ahora no pueden pagar los precios que les fijó el Instituto para la Salud y el Bienestar (INSABI); o de niños muriendo de cáncer porque no hay medicamentos. Pero esas imágenes no las pueden captar y comprender otros niños sanos que tienen entre 3 y 7 años, ni los adultos con ese retraso mental que se llama imbecilidad.



Me dicen que alucino, que ya no escriba sobre esto para que no haga corajes, que soy un mal cristiano odioso, malinchista y fanático, de ignorante no me bajan, que han fallado todas mis predicciones (como si fuera yo Nostradamus), que México nunca ha estado ni cerca de tener un gobierno comunista… ¿Qué saben esos niños grandotes que tienen una edad mental de 3 a 7 años, de lo que pensaban y lo que hicieron Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles? ¿Saben quiénes fueron Ioseb Besarionis dze Jughashvili, Vladimir Ilyich Ulyanov y Lev Davidovich Bronshtein? (los tres de origen judío, por cierto, por eso ocultaron sus nombres tras los pseudónimos de Stalin, Lenin y Trotski). Qué carajos van a saber si no saben quiénes fueron, aquí en México, Tomás Garrido y Joaquín Amaro, por ejemplo. Si no saben ni siquiera del enfrentamiento que tuvieron los empresarios (la derecha) con el presidente Luis Echeverría Álvarez que todavía vive, ni por qué…

 

Y vienen a decirme que en México no hay ni nunca ha habido, ni de cerca, un gobierno comunista… Qué flojera con los imbéciles, que se enojan porque denunciamos lo que está haciendo este gobierno con el país. Bueno, uno de esos niños grandotes dice que le gustaría ser hijo de López Obrador… así. Ellos sólo tienen una idea en la cabeza: López Obrador es Dios y vino a salvar a México de la corrupción, ayudado, claro, por Manuel Bartlett y Napito. Lo malo es que según el novelista Honorato de Balzac “un imbécil que no tiene más que una idea en la cabeza, es más fuerte que un hombre de talento que tiene millares”. Nos resignamos pues. Y nos alegramos con una noticia que conocimos esta semana.



Hace mes y medio publicamos una columna que titulamos “Aguiar Retes cobarde y sumiso”, refiriéndonos a la pasividad de la jerarquía católica ante la destrucción de las instituciones por parte de López Obrador, dijimos que a finales del siglo pasado, hace 21 años, la Iglesia católica en México estuvo muy activa promoviendo el voto en contra del PRI y a favor del PAN en todas sus comunidades de base. Y ahora en cambio, cuando se supone que la Iglesia Católica está tan agraviada por el partido Morena, que ha profanado sus templos y se ha burlado de la religión, al grado de que Claudia Sheimbaun mandó a destruir un templo en la Ciudad de México cuando era sólo jefa de una delegación, ahora no dice ni pío.

¿Qué les pasa -preguntamos- a los jerarcas de la Iglesia Católica en México?, a los obispos y arzobispos, ¿son masones y son ésas las instrucciones que tienen de su logia?, ¿son las órdenes que tienen de Jorge Mario Bergoglio, quien ejerce como Papa con el nombre de Francisco, pero que está haciendo todo lo posible por destruir a la Iglesia?

Bueno, pues la buena noticia es que al parecer la jerarquía católica ya despertó. El obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, Carlos Samaniego, no le tuvo lástima al gobierno federalarremetió contra la llamada Cuarta Transformación durante la primera misa dominical de 2020.

“México es un desastre”, dijo el obispo Samaniego ante la sorpresa de cientos de feligreses que acudieron a la Basílica de Guadalupe“Actualmente el país carece de un líder que marque el rumbo de las instituciones”.

“México es un desastre, (desastre) se refiere a la falta de un astro. Desastre es no tener un guía, una ilusión, un sueño. Una estrella guía al marinero para tener buen puerto, y a veces no tenemos en las familias ni en las instituciones esa estrella que guíe nuestros pasos”, añadió.

Estas palabras sugieren la idea que tiene la Iglesia Católica del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien claramente ha roto relaciones con el clero mexicano. Hoy día las Iglesias Evangélicas son las que toman las decisiones “morales” en Palacio Nacional, y hay quien dice que hasta oficinas metodistas y bautistas funcionan en el recinto del poder, dice el diario Contra Réplica, aunque lo leí también en El Universal y en otros medios

También eso lo dijimos en aquella columna, que las iglesias evangélicas estaban muy ocupadas viviendo del presupuesto, repartiendo la cartilla moral, orando con el Presidente… pero que nos extrañaba que la Iglesia Católica, tan agraviada por el partido Morena, no dijera esta boca es mía.

Ese mismo día que tocó el tema el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, el arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios dijo en misa que en la actualidad hace falta una nueva manifestación de Jesucristo… ante el ambiente de violencia, inseguridad y desigualdad que impera en México.

En esa misa celebró el Arzobispo los 100 años de la llegada del ahora santo Rafael Guízar y Valencia a Xalapa, y al final de su homilía dijo: “Oremos para que nos llegue la paz, la tranquilidad a las familias que tanto han sido martirizadas (a Él mismo le secuestraron una sobrina), adoloridas por los secuestros, por las extorsiones y desde luego los asesinatos”. ¿Está alucinando el arzobispo Reyes Larios? pregunto a los chairos, ¿está fuera de la realidad?, ¿le fallan todas sus predicciones?, ¿es un ignorante fanático y mal cristiano porque denuncia lo mismo que denunciamos otros por escrito?

Curiosamente sólo en esta región de Tepatitlán y Los Altos de Jalisco me pasa esto, que me ponen como lazo de cochino por lo que digo. En otros lugares (porque escribo en otros medios del estado de Veracruz y de la ciudad de México), sucede todo lo contrario, replican este comentario, es decir lo comparten, le dan difusión en su FB. Nomás algunos lectores (no todos) del 7 días están enajenados, como encantados por Andrés Manuel López Obrador, que la verdad sí parece un encantador de serpientes. Me parece curioso porque aquí mucha gente se da golpes de pecho en la Iglesia (hasta los sacerdotes critican eso), por lo que sería de esperarse que vieran lo que está haciendo el gobierno mañanero. Pero no, están viendo y no ven.

Me pregunto cuántas personas, de las que atendía el Seguro Popular que ya no existe, y cuyos familiares están muriendo porque no tienen dinero para internarlos, ni para hacerles estudios, ni para comprar medicamentos, cuántas de esas personas -repito- van a volver a votar por Morena el partido del Redentor. Me acuerdo de Balzac y me temo que muchas. En fin… botellita de jerez para todos los niños grandotes cuya edad mental está entre los 3 y los 7 años. Ojalá crezcan…

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