Prosa aprisa // Arturo Reyes Isidoro
Abortó, finalmente, el proyecto para despenalizar el aborto en el Estado, pero la intención para lograrlo continuará, advirtieron ayer colectivos feministas.
Se zanjó, por lo pronto, lo que amenazaba en convertirse en un elemento más de polarización en la ya de por sí dividida sociedad veracruzana por motivos políticos.
El varapalo que le dieron cuatro ministros, dos de ellas mujeres, a su compañero ponente Juan Luis González Alcántara, único a favor, se traduce en un triunfo para la causa de la Iglesia Católica.
Pero si los grupos y corrientes proaborto mantendrán vivo el tema, este necesariamente habrá de tener una repercusión política que puede impactar en el resultado de la elección dentro de casi diez meses.
El domingo pasado, en su comunicado dominical suscrito por su vocero José Manuel Suazo Reyes, la Arquidiócesis de Xalapa no dejó de recordar que el ministro González Alcántara llegó al cargo recomendado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Parece ser un operador de las políticas antivida que se promueven desde la Secretaría de Gobernación, con la presión que hacen en los Congresos y en los estados”, se dijo en el documento.
“La intención de este ministro es legalizar el crimen horrendo del aborto… se trata de una intención criminal y perversa propia de la cultura de la muerte que atenta contra los veracruzanos… Por donde se le vea, el aborto provocado es un cruel asesinato, es la muerte de un inocente… es un acto inhumano e inmoral”, dijo la Iglesia.
Imposible, pues, descontextualizar el ingrediente político que también tiene el asunto, aunque al menos por ahora se haya resuelto ya.
Imposible cuando, en efecto, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se pronunció en forma abierta a favor de despenalizar el aborto en Veracruz.
Horas antes de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitiera su fallo, en la conferencia mañanera y ante el propio presidente, se pronunció.
“… mi opinión es que la mujer no debe enfrentar un proceso penal por haber tomado una decisión de esa naturaleza, o sea, simplemente es recriminizarla nuevamente.
Entonces, para mí el hecho de que una mujer enfrente un proceso penal por una situación de esta naturaleza es, en mi opinión, es algo inadmisible. Yo estaría totalmente de acuerdo con la ponencia del señor ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá que establece para el estado de Veracruz esta situación”.
El silencio del presidente fue un claro el que calla otorga. No la contradijo como ha hecho con otros funcionarios como el secretario de Hacienda y Crédito Público.
La derrota legal los alcanza y ya ni se diga a la diputación de Morena en el Congreso local, promotora de la iniciativa.
En la víspera, tanto el PAN como el PES se pronunciaron en contra, el primero tanto a través de un comunicado de prensa como en el Congreso local, y ayer mismo la dirigencia nacional panista así como su diputación federal celebraron el fallo de la Corte.
Un día antes, también la Iglesia en Veracruz había recibido el respaldo de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
En cambio, tanto los senadores como la diputación federal de Morena no reaccionaron y dejaron solos a los diputados veracruzanos de su partido.
Independientemente del fallo a su favor, la Iglesia no deja de expresar pública y abiertamente su molestia e inconformidad tanto con el Gobierno del Estado como con su diputación, y sus relaciones prácticamente están en punto muerto.
A solo diez meses de las elecciones no hay ninguna muestra de acercamiento y todo indica que el divorcio prevalecerá hasta el 6 de junio de 2021, y que la feligresía católica, mayoritaria entre el electorado veracruzano, puede darle otro varapalo a los morenos, en las urnas.
Será difícil que pase por alto el intento oficial de legitimar el aborto y no querrá dejarle el campo libre al morenismo para que vuelva al tema tan pronto la ocasión se le presente. Ahora sí, como dicen, pisaron un vidrio, o un clavo, o las dos cosas.
En Aduanas no defraudé a mi partido (Morena): Ahued
Interesante lo que dijo ayer el senador Ricardo Ahued Bardahuil en la reunión de la Comisión de Economía del Senado, como la forma en que lo dijo.
Se refirió a su paso por la Dirección de Aduanas y expresó que le quedaba claro que la corrupción no se combate ni por ordenamiento presidencial “ni por partido político ni por religión”, sino por educación, por formación.
“Y la llevé ahí a ese encargo, con el riesgo personal y físico que se da en un cargo como ese lugar, donde efectivamente hay cantidades importantes que rondan alrededor de quien esté ahí, y tiene que tener mucho carácter, una moral muy alta para no caer en actos de corrupción”.
Señaló que eso no lo enseña ningún partido, “ni te lo dan por instrucción, lo mamas en casa y yo lo mamé muy bien”.
Entonces agradeció a sus compañeros del Senado a quienes les dijo que “no defraudé la confianza ¡de mi partido! (alzó la voz para subrayarlo), del presidente, pero también de los partidos que me apoyaron por unanimidad el día que en esa sala rendí protesta”.
El senador veracruzano, exalcalde de Xalapa manifestó que tiene referencias de los actos que realizó, “que están plenamente documentados, y quiero decirles que no los defraudé”.
De honestidad personal habló, pues, de que pasó por el gigantesco pantano que es Aduanas sin manchar su plumaje, de que una cosa es lo que se dice y otra la realidad, pero también, contra la actitud del morenismo de Veracruz, destacó su filiación partidista, de Morena, les guste o no.
Interesante esto último por lo que viene en lo político pero, por encima de todo, porque el presidente Andrés Manuel López Obrador fue muy claro el pasado 6 de junio en Minatitlán cuando expuso que “es tiempo de definiciones”.
Ahued, por lo que se escuchó ayer, está definido, de lo que seguramente tomó nota AMLO.