Prosa aprisa // Arturo Reyes Isidoro
Xalapa, Ver.- Temas para comentar hay muchos, sobre todo del estiércol en el que se revuelcan los políticos corruptos, de todos los partidos.
Aunque le han causado un grave daño al país –y se lo siguen causando–, todavía hay temas de mayor interés y preocupación.
Con base en información de la Secretaría de Salud (federal), diversos medios publicaron ayer que la primera oleada fuerte de casos positivos de covid-19 se mantendrá por lo menos hasta octubre.
También informaron, con base en una proyección de la Universidad de Washington, que el país duplicaría decesos en cien días. Así, con el actual ritmo de propagación y las medidas sanitarias vigentes, el país llegaría a 130 mil defunciones para el 1 de diciembre; si se refuerza el uso de cubrebocas, serían 121 mil.
Desde el sábado y ayer domingo la prensa nacional e internacional destacó que México superó ya el “escenario catastrófico” de las 60,000 muertes por covid-19.
En España, el diario El País informó que el virus golpea a ese país por segunda vez y con peores registros, y expertos apuntan como la causa la rápida reapertura que hicieron, o sea, el levantamiento de lo que aquí se conoce como los semáforos.
Cada que puedo deambulo por Xalapa (el 31 de marzo dije que un periodista no podía encerrarse en su casa en plena pandemia y que el verdadero reportero, así sea que se cubra la cabeza con una escafandra de buzo y se enfunde en un traje de astronauta, debe salir a la calle, ver lo que pasa y contárselo a los demás) y sí, veo a muchas personas confiadas y haciendo vida normal.
Insisto en que nadie debería tutelar la seguridad de nuestra salud, esto es, que la responsabilidad de cuidarnos es nuestra y solo nuestra, y que no debemos estar atenidos a lo que las autoridades decidan, que luego toman decisiones sobre el escritorio, alejados de la realidad.
Si la propia Secretaría de Salud federal tiene previsto que la primera oleada fuerte de contagios se mantendrá “por lo menos” hasta octubre, entonces ya no cabe esperar la vuelta a una nueva normalidad este año, y más vale que nos preparemos.
Pero también opino que el país, el Estado, las ciudades no pueden seguir paralizadas porque se agrava la situación económica. Tiene que volverse a las actividades, sobre todo más esenciales, pero aplicando en forma estricta todas las medidas de seguridad.
Debemos estar siempre conscientes, muy conscientes, que ya nada volverá a ser como antes.
La pandemia de la corrupción
Ahora sí, vamos a esa otra grave pandemia que ha azotado por siempre al país y que ha dejado millones de víctimas: la de los corruptos que han gobernado y que gobiernan al país.
El miércoles pasado pregunté en este espacio qué partido político se salvaba de la corrupción. Me llamó mucho la atención que lectores me escribieron a bote pronto y me dijeron: sin haberte leído todavía, ninguno.
El jueves por la noche, con un video se reconfirmó esa creencia, con la evidencia directa y a todo color del involucramiento del propio hermano del presidente López Obrador, Pío, recibiendo sobres con 1.4 millones de pesos.
Tantos años viendo estos batideros y conociendo como conozco y he tratado a muchos políticos, no me sorprendió el video de Carlos Loret; sí que el exhibido fuera un distinguido miembro de la honesta familia López Obrador.
Claro, como era de esperarse y como destacaron los medios, lo que para el presidente es corrupción en otros, en el caso de su hermano se trató de dinero “para mantener el movimiento”.
La práctica no es nada nueva. La iniciaron, la afinaron y la perfeccionaron los priistas, la adoptaron los panistas y la han copiado también los morenistas.
Esa práctica es el origen de muchos actos de corrupción, que según el gobierno de la 4T combate con toda fiereza. Se trata de un entramado de complicidades.
Para las campañas políticas, ricos del país (dueños de empresas, contratistas, líderes sindicales y de transportistas, políticos enriquecidos a la sombra del poder, “gestores” y una muy amplia gama) aportan dinero sobre todo para la campaña del que más posibilidades tiene de ganar, porque casi siempre apuestan a la segura.
El candidato nunca recibe el dinero en persona, tiene intermediarios, que en Morena son conocidos como “recaudadores”, y se hace de la vista gorda pero está debidamente informado.
Todo el que aporta sabe que va a ganar algo (y ahí empieza la corrupción): contratos, concesiones, cargos en el gobierno, candidaturas, fallos legales a su favor y con ello impunidad, permisos para negocios.
Tres ejemplos: el corruptísimo dirigente de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps, siempre ha aportado millonadas para “mantener” movimientos, de todos los partidos. Su atraco a Pemex es de escándalo pero por eso no lo tocan.
Joaquín Hernández Galicia, el famoso “La Quina”, le metió dinero a la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas, quien ganó la elección pero Manuel Bartlett, el mismísimo consentido de AMLO, tumbó el sistema de cómputo y lo hizo perder. En venganza, Carlos Salinas, que era el candidato del PRI, le inventó delitos que no cometió (no lo acusó por rata), lo metió a la cárcel y acabó con su imperio. Si Cuauhtémoc hubiera ganado y La Quina viviera, Romero Deschamps nunca hubiera surgido.
En el Estado, casi a diario se publica de contratos adjudicados de manera directa por parte del gobierno estatal, sin licitar, a empresas y a empresarios que no son veracruzanos, sino de otros estados. Con ello les pagan lo que seguramente aportaron para la campaña, pero ya con ganancias, claro está, e incluso todavía les han de cobrar un moche extra.
Es una vieja práctica, que incluso implica el riesgo de que las aportaciones sean de lavadores de la delincuencia organizada, pero los políticos en su ambición por alcanzar el poder no reparan en ello, aunque luego hagan como que se escandalizan y digan que no sabían si se les pone al descubierto.
En 2017, Eva Cadena, entonces diputada local, dijo en un video que Rocío Nahle era la “operadora financiera” en Veracruz, “quien le acerca los dineros a López Obrador” (El Universal, 25/05/2017) para apoyarlo a que llegara a la presidencia (ya ampliaré este comentario en otra fecha).
De cara a las próximas elecciones, hoy el piso está parejo: PRI, PAN y MORENA son lo mismo, practican lo mismo, son un PRIANMOR, ¿o alguien lo duda?
Fundación cumple años
En Emiliano Zapata, municipio conurbado con Xalapa, este lunes la Fundación de la Asociación Civil “Ánimo Ciudadano” cumple su octavo aniversario.
Encabezada por el joven Aquiles Moreno Solano, se ha dedicado a la gestión en apoyo a los diversos sectores del municipio, lo mismo del deporte que de la educación, del campo que de la salud.
Centros educativos de diversos niveles y clubes y equipos deportivos dan testimonio de su trabajo.
Actualmente, ante la contingencia por el coronavirus, han apoyado a más de mil familias necesitadas a través de un programa que llaman “Quédate en casa, yo te apoyo”, comprando verduras a los productores del municipio y armando despensas verdes que les entregan, un modelo que debiera replicar el gobierno del Estado.
Así, sus integrantes han ido casa por casa en una labor digna de reconocimiento.