Por Uzziel Ortega
En su reunión del 13 de agosto, los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México, concluyeron que las expectativas de crecimiento de la economía local siguen deteriorándose y continúa la incertidumbre sobre el ritmo de su recuperación.
Con menores ingresos en los hogares y bajos niveles de confianza, el consumo y la inversión al interior del país seguirán débiles en lo que resta del año como resultado de la evolución de la pandemia, en opinión de los subgobernadores y el gobernador del Banco Central.
Consideraron que esta reactivación, dependerá de la contención de la epidemia de coronavirus, así como del desarrollo de una vacuna o un tratamiento eficaz, pues estamos ante una recesión de gran magnitud no vista en 88 años, donde todavía no se vislumbra un patrón de recuperación y diversos escenarios sugieren un periodo de entre dos y hasta seis años para que el PIB regrese al nivel observado en 2018.
Uno de los miembros, mencionó que el grado de fragilidad de la recuperación es alto si se considera el daño de mediano y largo plazos sobre las empresas y la inversión.
De acuerdo con el Inegi, en julio las exportaciones totales de mercancías crecieron 9.81 por ciento respecto al mes anterior, mientras que las importaciones aumentaron solo 3.19 por ciento.
