A unas semanas de que entre en vigor el nuevo etiquetado frontal para alimentos, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, alertó sobre el riesgo de cierre de 20 por ciento de las tiendas de abarrotes en el país, debido a la serie de medidas como la prohibición de la venta de productos con alto contenido calórico a menores de edad; el posible incremento en algunos estados del impuesto especial sobre productos y servicios, así como la llegada de la primera fase del etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas procesados que entrará en vigor el 1 de octubre.
Esto, sumado a las expectativas de caída del consumo y de la economía del país por efecto de la pandemia, se prevé afectará por lo menos al 40 por ciento de las tiendas de abarrotes existentes en el país.
Se estima que otras 24 entidades tienen la intención de implementar alguna legislación semejante a las aprobadas en Oaxaca y Tabasco, donde las multas para quien incumpla la prohibición, irán de ocho mil a 130 mil pesos.
Relativo a las solicitudes de organismos empresariales para advertir del daño a los negocios, argumentó que son muchas las ocupaciones laborales que serán afectadas con esta prohibición, ya que alrededor de 55 por ciento de todos los alimentos, bebidas y lácteos que se consumen se realiza en los hogares donde hay menores de edad.
Anualmente el consumo de este tipo de alimentos representa un gasto de 294 mil millones de pesos; pero en hogares con menores de edad, asciende a 161 mil millones, es decir 54.7 por ciento del total, venta que representa entre el 25 y 30% del total de ingresos para el pequeño comercio, por lo que la industria solicita llegar a un acuerdo a nivel nacional.