El poderío de los Chiefs se coronó en el Super Bowl LIV, resistió al Covid-19 y superó a los Texans en el partido inaugural de la atípica temporada de la NFL.
Un festín ofensivo, liderado por el cerebro de Andy Reid y el talento de Patrick Mahomes, le dio la primera victoria a Kansas City en la campaña, 34-20 sobre Houston, en el Arrowhead Stadium, que recibió a 16 mil aficionados.
El quarterback acumuló 211 yardas por aire y tres pases de anotación, con una efectividad del 75 por ciento. Deshaun Watson (253 yardas, dos TDs y una intercepción) presionó para el final del cotejo pero no lo suficiente.
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Previo al encuentro, los jugadores se manifestaron ante las injusticias raciales en Estados Unidos. Los de Houston no salieron a la ceremonia del himno nacional, como una forma de protesta ante las brutalidades policiacas en el país norteamericano.
Mientras que los campeones de la NFL se quedaron de pie, menos el ala defensiva Alex Okafor, quien se hincó y con el puño en alto durante la ceremonia.
La curiosidad fue Andy Reid, head coach de Kansas City, al portar una máscara transparente, como una medida de sanidad ante la pandemia de Covid-19.
El primer touchdown de la campaña fue un acarreo de David Johnson (19 yardas) durante el episodio inicial. El corredor llegó a Houston en el canje con los Cardinals de Arizona, en lugar de DeAndre Hopkins.
Fue de lo poco que pudo hacer la ofensiva texana, ya que Mahomes se apoderó el balón y no lo soltó. Para el segundo cuarto, los campeones de la NFL sumaron 17 puntos, con dos pases de anotación a Travis Kelce y Sammy Watkins, respectivamente; antes del descaso Harrison Butker cerró con un gol de campo acertado.
Si la dominante ofensiva de Chiefs durante el 2019 no fuera suficiente, Reid añadió una pieza más, el novato Clyde Edwards-Helaire, quien se estrenó con un touchdown, en la primera posesión del tercer cuarto.
El egresado de LSU –campeón nacional de la NCAA– terminó en encuentro con 138 yardas por tierra. Todavía Tyreek Hill anotó otro TD para Kansas City; Watson conectó con Jordan Akins y marcó otro por tierra para decorar los cartones.