Liberales contra conservadores: ¿Quién era quién en los tiempos de Benito Juárez?

Como menciona Raúl González Lezama en la introducción del libro Reforma Liberal. Cronología (1854-1876), “uno de los movimientos que determinaron a mayor profundidad nuestra esencia como nación moderna fue la Reforma Liberal”.

La primera mitad del siglo XIX en México estuvo llena de disputas por el control de la administración pública, ya fuera a favor de la monarquía o de la República, “algunos creyendo que el centralismo era el modelo más adecuado, otros por sostener que era el federalismo”.

No obstante, todas estas luchas trataban de destruir los rezagos del pasado colonial que mantenía al país atado al Antiguo Régimen e impedía su evolución hacia el México moderno.

A partir de 1855 se promulgó una serie de leyes que fueron tajantemente rechazadas por la iglesia Católica. Las llamadas Leyes de Reforma establecieron, entre otras cosas, la obligación de vender todas las propiedades de la iglesia, la anulación de los tribunales especiales para militares sacerdotes y la libertad de opinión y de imprenta.

Liberales contra conservadores

La Guerra de Reforma fue uno de tantos conflictos que demostró y ahondó la falta de cohesión social a lo largo y ancho de México, factor que contribuyó a la obstaculización de la paz en todo el territorio nacional.

Movidos por mantener su status quo privilegiado, los conservadores buscaron mantener los beneficios de los que gozaban desde la Colonia, además de preservar una economía enfocada hacia el interior del país.

Entre otras figuras, los conservadores estuvieron integrados por Félix María Zuloaga, Miguel Miramón, Luis G. Osollo, Lucas Alamán, Antonio Haro, Ignacio Aguilar y Marocho, Juan Nepomuceno Almonte, José María Arteaga Magallanes, Nicolás Bravo, Valentín Canalizo, Manuel Carpio, Tirso Rafael Córdoba, Rómulo Díaz de la Vega, José Mariano Salas, Juan Chávez, Leonardo Márquez, Guadalupe Villa, Mariano Paredes y Arrillaga y Tomás Mejía

Por su parte, los liberales estaban orientados hacia una transformación social que generara una nueva estructura política con una economía enfocada en el mercado externo.

Dentro del grupo de los liberales, liderados por Benito Juárez, encontramos a figuras como Juan Álvarez, Ponciano Arriaga, Francisco Zarco, Santos Degollado, Mariano Escobedo, Valentín Gómez Farías, Miguel Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Ignacio Zaragoza, José María Iglesias, Porfirio Díaz, Ramón Corona, José María Luis Mora, Leandro Valle, Ignacio Ramírez, Epitaceo Huerta, Manuel Doblado, Anastacio Parrodi, Manuel Payno, José María Lafragua, Gabino Barreda y Luis Mora, entre otros.

La Guerra de Reforma

La Guerra de Reforma o de los Tres Años fue un conflicto social que tuvo lugar en México de 1857 1861. Este período de transformación implicó un cambio en la estructura política del Mexico colonial y del Imperio hacia la formación de un estado nacional basado en el orden constitucional.

Esta transición tenía el objetivo de ser un gran ecualizador, al terminar con los privilegios de las clases dominantesreactivar la economía y restaurar los trabajos.

Se considera que la Guerra de Reforma inició a partir del 17 de diciembre de 1857 con la promulgación del Plan de Tacubaya y terminó el 1 de enero de 1861 con la entrada del General Jesús González Ortega a la Ciudad de México.

La promulgación de la nueva Constitución Política, el 5 de febrero de 1857, incluyó las Leyes de Reforma, cuyas ideas innovadoras tuvieron influencia de la filosofía moderna europea y la Ilustración. No obstante, estas ideas no fueron bien recibidas por los grupos conservadores, quienes fueron apoyados por los altos mandos del ejército que habían sido afectados al perder el fuero militar.

El levantamiento por medio del Plan de Tacubaya, que declaraba que la Constitución de 1857 dejaba de regir, ocurrió el 17 de diciembre de 1857 e involucró a aproximadamente 1,200 militares bajo el mando del General Félix Zuloaga. Las tropas marcharon de Tacubaya a la Ciudadela en la Ciudad de México, donde se les unieron las tropas bajo las órdenes del General Joaquín Rangel.

Dada la situación, el presidente electo de ese entonces, el General Ignacio Comonfort, tomó la decisión de adherirse al Plan de Tacubaya y durante 1857 se dedicó a hacer reestructuras al ejército.

Estos constantes cambios llevaron al arresto de Benito Juárez, quien era Presidente de la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, fue liberado el 11 de enero de 1858 tras el pronunciamiento que desconoció a Comonfort como presidente y, al mismo tiempo, nombró al General Félix María Zuloaga como jefel del movimiento del Plan de Tacubaya.

Una vez liberado y dado su cargo, según la Constitución de 1824, Benito Juárez quedaba al mando del país, razón por la que se trasladó a Querétaro y posteriormente a Guanajuato, donde estableció su gobierno el 19 de enero de ese año, para después dirigirse a Guadalajara.

Es en este contexto que dos bandos opuestos se enfrentaron. Los conservadores, guiados por el General Félix María Zuloaga, querían modificar el sistema constitucional en pos de un régimen conservador. Los liberales, del lado de Juárez, defendían los principios de legalidad basados en la Constitución Política; bajo las órdenes del General Anastasio Parrodi, la coalición liberal fue integrada en su mayoría por las milicias estatales.

De esta manera inició la campaña en contra del ejército del bando conservador, el cual mantenía en sus filas al ejército permanente, dándose los primeros enfrentamientos en Salamanca.

Un tercer bando surgió el 23 de diciembre de 1858. Liderada por el General Miguel María Echegaray bajo el Plan de Navidad, esta facción intentó reconciliar a liberales y conservadores. Posteriormente, este plan fue modificado y se le conoció como Plan de Ayotla. En él se desconocía al gobierno que resultó del Plan de Tacubaya y se proponía la creación de una junta popular que representara a toda la República a fin de establecer un dirigente que ejerciera el poder supremo.

El Plan de Ayutla fue secundado por diversos comandantes conservadores. Félix Zuloaga renunció a su cargo y se estableció la junta el 1 de enero de 1859. No obstante, Benito Juárez se mantuvo firme respecto a su postura de respetar la Constitución de 1857. Aunado a esto, el General Miguel Miramón regresó a la Ciudad de México, rechazó el plan de Echegaray y asumió la presidencia de los conservadores el 2 de febrero de 1859, reestableciendo el Plan de Tacubaya y continuando con la Guerra de Reforma.

La guerra civil siguió su curso a pesar de que Estados Unidos había reconocido el gobierno de Juárez el 6 de abril de 1859. No fue sino hasta el 22 de diciembre de 1859 que se registró la batalla decisiva entre liberales y conservadores. En dicho combate, las fuerzas liberales del General Jesús González Ortega superaron a las fuerzas conservadoras del General Miramón en las Lomas de San Miguel Calpulalpan.

El 1 de enero de 1861, las tropas liberales entraron a la Ciudad de México; las funciones del ejército permanente fueron en adelante realizadas por el ejército liberal de Juárez.

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