Se les está complicando a los partidos la repartición de las candidaturas que vendrán para el próximo año, sobre todo porque hay personajes en cada instituto que no quieren y no van a ceder su interés
Los aspirantes para la candidatura a la alcaldía de Xalapa, por ejemplo, superan el número de 20.
Claro que el hecho de que un personaje sea mencionado como prospecto o aspirante, no significa que vaya a ser postulado o que al menos tenga posibilidades de serlo.
Los nombres son de casi todos los partidos, incluidos los que irán en alianza y algunos del chiquitaje y otros de los que acaban de recibir su registro como partidos estatales y que en la próxima elección tendrán que ir solos.
Ahí están varios de los ya conocidos como el senador suplente Ernesto Pérez Astorga y las diputadas Rosalinda Galindo, Ana Míriam Ferráez, Dorheny García.
A la lista de mencionados se suman el cetemista Aníbal Pacheco, el empresario Ricardo Ahued Scala y con ellos Antonio Frutis y Juan Vergel.
También son mencionados Érika Ayala, Carlos Aceves, Corintia Cruz y Américo Zúñiga. Por cierto que el ex alcalde no deja de moverse por su natal Xalapa.
Siguen sonando los de Sergio Hernández, Omar Miranda y David Velasco Chedraui, y aparte se mueven Hexahelt Landa, Roberto Alarcón y Pascual Pozos Ramírez.
Derivado de su activismo sigue apareciendo Cuauhtémoc Velázquez; y sin una definición concreta se promueve Enrique Domínguez: Y con ellos la exdiputada Cinthya Lobato, así como la excandidata Dulce María Dauzón de Méndez.
Hacen sus apariciones también el rector de la UX Carlos García Méndez, el arquitecto Jorge Flores Martínez (México Libre), el ex diputado Uriel Flores Aguayo y Eduardo Vega Yunes.
Desde luego no son los únicos y es seguro que varios de ellos van a ser candidatos a la alcaldía, otros serán incluidos en alguna planilla como regidores y algunos más contenderán por una diputación.
MILLONARIA INVERSIÓN PARA XALAPA, PERO SIGUEN LOS BACHES
El sábado pasado, el regidor quinto Juan de Dios Alvarado García presentó su Tercer Informe de Actividades y presumió que como nunca antes se impulsó la inversión para rehabilitar calles y avenidas.
Se refirió, obviamente, al gobierno que encabeza en Xalapa el alcalde Hipólito Rodríguez y detalló que pesar de la pandemia el Ayuntamiento ejerció casi 360 millones de pesos en obra pública.
Y siguió con su retahíla de que han realizado más de 380 acciones durante el año en beneficio de la ciudadanía, proyectos de impulso a la juventud y una inversión sin precedentes en obra pública, en la que destaca la inversión de más de 30 millones de pesos para la rehabilitación con bacheo profundo de calles y avenidas por una mejor movilidad y seguridad vial.
Todo eso dicho por Juan de Dios hasta causa admiración y hace que uno se crea tanta acción municipal, pero más impresiona la terca realidad que vemos, vivimos y padecemos todos los días quienes caminamos la ciudad y el municipio.
Sería interesante que el regidor mostrara dónde se tapó un bache, o dónde se rehabilitó una avenida y dónde se mejoró la movilidad y la seguridad vial porque no hay calle, avenida o jardinera que no esté dañada, enmontada, sucia o con baches.
RECORDANDO A ALFONSO ROMO
¿Se acuerdan de la salida de Alfonso Romo, quien era Jefe de la Oficina de la Presidencia de República, asesorando directamente a Andrés Manuel López Obrador?
Van dos párrafos sobre el asunto:
“Alfonso Romo lamentaba en corto que el Presidente ya no lo escuchara, y esa frustración la reflejaba en posicionamientos públicos, como el del 19 de noviembre pasado ante el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas en el que entre otras cosas dijo que “no podemos manejar un país que está decreciendo alrededor de 9% como si estuviéramos creciendo al 9%” , “la esperanza para salir de la crisis es la inversión privada” y “solo con certidumbre podemos poner al capital privado y a los ahorros a trabajar para crear riqueza y contrarrestar el impacto del Covid19”. Ideas que evidencian desacuerdos con el proyecto del gobierno.
“Romo, por lo demás, no dejó de aprovechar la posición de poder que tuvo en algún momento, para apuntalar ciertos intereses particulares. Como el de la empresa Enerall que obtuvo concesiones para explotar acuíferos de uso agrícola en la península de Yucatán, su presunta participación en el programa de reforestación “Sembrando Vida” y sus negocios con trasnacionales de alimentos transgénicos”.