Los aficionados que esperan ver el Super Bowl LV este domingo 7 de febrero enfrentan una realidad muy diferente este 2021, debido a que el coronavirus ha llevado a que se limiten las celebraciones durante uno de los feriados no oficiales de Estados Unidos.
Aquellos que decidan reunirse en fiestas grandes y pequeñas por el Super Bowl, en Tampa y el resto del país, enfrentan advertencias de autoridades de salud pública para que cumplan con los protocolos básicos de salud y seguridad, en medio de la pandemia de Covid-19 que ha cobrado la vida de más de 450,000 personas en Estados Unidos.
La guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dice que quienes asisten a grandes fiestas para ver el Super Bowl deben evitar “gritar o cantar” y deben procurar no ir al baño en “tiempos de mucho tráfico”.
Para las empresas locales en Tampa, Florida, cumplir con los estándares de seguridad por el Covid-19 puede significar trabajo adicional sin la recompensa habitual de dinero extra que podrían haber gozado con la llegada a la ciudad del evento deportivo más grande de Estados Unidos.
“Tenemos que asegurarnos de que hayamos (…) tomado precauciones de punta en blanco”, dijo Tom Malloy, de 25 años y gerente de Ducky’s Sports Lounge en Tampa, quien planea recibir el domingo a los aficionados para una fiesta de Super Bowl que contará con asientos en el interior del local y al aire libre, además de 40 televisores a todo volumen.
“Como empresa, estamos dispuestos a aceptar cualquiera de esos costos adicionales para que la gente se sienta segura”.
Malloy dijo que la pandemia ha sido una experiencia de aprendizaje sobre cómo mantenerse al día con las medidas de seguridad mientras capean el “fuerte impacto” en los ingresos.
Estamos usando el Super Bowl como una oportunidad para quizás reavivar una relación con personas que, ya sabes, han estado fuera de los bares desde que llegó el Covid”, dijo Malloy. “Gracias a Dios, el Super Bowl nos ha estado ayudando”.
A más de 4,000 kilómetros de distancia, en Long Beach, California, el Legends Sports Bar en la bulliciosa 2nd Street se está preparando para el que tradicionalmente es uno de los días más ocupados del año.
Normalmente, el gran restaurante estaría lleno de visitantes, pero debido a las restricciones por el Covid-19 sobre cenas en interiores, se han instalado mesas adicionales en el exterior frente a televisores gigantes.
“Vamos a ir a toda máquina. Los televisores están encendidos, el sonido está encendido y simplemente daremos todo lo que podamos”, dijo el administrador Daryl Domantay. Las mesas, que están colocadas a dos metros y medio de distancia, ya están vendidas.
Dijo que dependerá de su personal evitar que los grupos se acerquen demasiado, lo que admitió será un desafío.
“Va a ser difícil porque, por lo general, la gente corre de arriba abajo, chocando palmas entre sí. En cambio, tienen que permanecer en su asiento a menos que estén usando el baño”.
No obstante, Domantay dijo que tuvo suerte: bares similares en el condado de Los Ángeles que operan bajo las normas de un departamento de salud diferente no pueden tener televisores encendidos para desalentar las grandes reuniones.
El doctor Anthony Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, dijo esta semana que las típicas fiestas de antaño en casa “no deberían darse en absoluto”.
“Por difícil que sea, al menos esta vez, simplemente mantengan la calma”, dijo Fauci al programa “Good Morning America”.