Columna Sin Nombre
Pablo Jair
Acéfala la dirigencia de Morena.
- Ahued planta con su anuncio oficial.
- David Velasco se registra en el PRI.
‘Inches Jefes de Kansas City no sirven pa’ nada…
–Chopenjawer peído de coraje
Poco antes de que fuese asesinado el diputado federal José María Guillén Torres –a manos de sicarios entrenados en la misma policía de Veracruz– grupos ganaderos con amplio poder regional en el sur de Veracruz buscaban afianzarse.
Ya tenían casi todo para calmar su hambre política: municipios, armas, dinero (muchísimo, a carretonadas), pero les faltaba controlar la policía.
¿Para qué el control de la policía? Para protección oficial y para mantener el control de rutas que vienen desde Las Choapas y Uxpanapa, por donde pasa de todo: ganado, droga, inmigrantes.
Se sabe que en ese entonces había una rivalidad muy fuerte entre el gobernador Miguel Alemán Velasco y estos grupos encabezados por el conocido político de Jesús Carranza, Gilberto Guillén Serrano. Si bien Alemán había nacido y crecido muy lejos de la tierra de sus antepasados, tenía todavía un apego a la región de Acayucan-Sayula, donde nacieron su padre y abuelo.
La situación tensa entre el gobierno y los ganaderos llegó al límite cuando en enero de 2003, el legislador fue emboscado a las 4 de la mañana en la carretera federal, justo en medio del tramo entre Jáltipan y la desviación hacia Chinameca, cuando se dirigía a Xalapa. Su muerte cambió radicalmente la política en la zona.
Este asesinato, casi magnicidio, obligó a que los mandos de la Secretaría de Seguridad Pública de ese entonces recurrieran al jefe policiaco Alfonso Lara Montero, quien estaba tranquilo como delegado en Xico, pero le urgieron que se moviera a la base en Acayucan para meter orden.
Con este cambio –derivado del asesinato de “Chema” Guillén– los grupos de poder en la zona sentían que se fortalecían porque creían ya tener el control de la policía. Sólo faltaba la representación del poder en Xalapa, y eso lo lograron cuando llegó Gilberto Guillén Serrano como diputado local por la LX Legislatura (2004-2007).
Toda la historia anterior pareciera que se está repitiendo, luego del atentado que sufrieran la fiscal Maricela Rojas y la diputada local Florencia Martínez, quien horas más tarde daría a entender que el intento de asesinato era por cuestiones políticas, aunque el gobernador Cuitláhuac García Jiménez atajó lo anterior diciendo que eran por diversos operativos policiacos realizados en la región.
Sea cual fuese el motivo, si se hubiese consumado el ataque por parte de los sicarios, la historia sería otra justo como pasó con el caso de “Chema” Guillén.
Es sabido que en la zona de Acayucan-Oluta, un grupo político fuerte es el de la familia Condado Escamilla, que controla actualmente la alcaldía a través de Cuitláhuac Condado Escamilla, bajo las siglas del PRD.
Esta misma familia hasta hace poco también tenía un alfil en el Congreso del Estado, en la figura de la diputada plurinominal Florencia Martínez, la misma que sufrió el atentado: ella tenía como jefe de asesores a Ramiro Condado Escamilla, quien se dio a conocer el 12 de septiembre de 2019 en Xalapa cuando, ebrio, intentó sacar su camioneta del estacionamiento de un famoso restaurante de cocina española que está a unos metros de la entrada de Caxa, pero por su nivel de borrachera se fue a estampar a la jardinera que sirve de camellón en la avenida 20 de Noviembre.
Meses después, el 30 de marzo de 2020, Florencia Martínez Rivera presentó su renuncia al comité ejecutivo estatal del Partido de la Revolución Democrática para pasarse a la bancada de Morena.
Hace poco, a mediados de noviembre de 2020, un presunto grupo delincuencial arrojó bombas molotov contra dos negocios de Acayucan y después realizó disparos de arma de fuego en el domicilio del alcalde perredista. En ese entonces, la región había estado viviendo una escalada de violencia con enfrentamientos presuntamente entre células del crimen organizado y la Fuerza Civil de la SSP.
Existe la versión de que este caos es aprovechado por grupos de poder regional interesados en volver a afianzarse como en el pasado, por lo que habrían recurrido nuevamente al atentado como ocurrió con el caso de “Chema” Guillén, para así “calentar la plaza” y evidenciar que el control de la zona no lo tienen los Condado.
Aquí la única diferencia es que mandaron unos sicarios bastante chafitas que además no contaron con que había un escolta que iba a repeler la agresión.
En este sentido, también existe otra versión que los detenidos presentados por la SSP ya llevaban rato detenidos, y que son raterillos de poca monta (tres originarios de Sayula; uno de San Juan Evangelista) dedicados a robar diesel y piezas de trailers.
A ver en qué acaba todo esto. Mientras tanto, la violencia ha alcanzado Minatitlán y ahora la zona de Omealca.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que de mientras la dirigencia estatal de Morena permanecerá acéfala y esperan nombramiento del Comité Ejecutivo Nacional del partido. Al tema de Gonzalo Vicencio parece que no le tomarán demasiada importancia, pues ya fuera de Morena pierde fuerza y protagonismo… Lo que sí, es que se tardaron bastante en medio arreglar el tema: desde un principio esa posición pertenecía al gobernador del estado; al menos en la historia política de Veracruz, siempre ha sido así. En este sentido, se mantiene el visto bueno de Esteban Ramírez, aunque otro cuadro bueno a destacar es el de Yair Ademar.
OTRA NOTA: Para este domingo estaba anunciado que Ricardo Ahued Bardahuil anunciaría que finalmente aceptó ir formalmente como candidato a la Presidencia Municipal de Xalapa, pero el senador de plano nos dejó plantados a los periodistas. Lo que sí se sabe, es que fue la senadora con licencia, secretaria de Energía y aspirante a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle, quien convenció a Ahued para que fuese el candidato, a lo que el empresario estuvo de acuerdo siempre y cuando lo aprobara el gobernador. La importancia de Ahued es que por sí mismo puede arrastrar los votos de las diputaciones federales y locales en los distritos de Xalapa, por lo que será un factor decisivo e importante para que no se pierda la votación de MORENA en la región capital… Hay voces diciendo que con esto ya queda fuera de la carrera a la gubernatura, pero la verdad es que el capital político del senador es tan grande (en tiempos además donde las redes sociales rompen fronteras de alcance) que sería una tontería no tomarlo en cuenta para el 2024. No por nada le estuvieron rogando… El asunto de fondo en en Morena no es si Ahued tenga las simpatías o no, sino que a los morenistas de cepa no les alcanzó estos dos años y pelos para alcanzar un capital político importante, generar simpatía. En ese sentido, pareciera que se tiraron a la hueva, a la comodidad que ofrece el cargo público y tuvieron que recurrir a un personaje que ni siquiera nació políticamente entre sus filas.
LA ÚLTIMA PORQUE VOY A SEGUIR VIENDO MEMES DEL SUPERBOWL: Este lunes a las 11 de la mañana irá David Velasco Chedraui a la sede estatal del PRI para buscan la alcaldía de Xalapa y todo parece apuntar que será el candidato de la alianza que hará el tricolor con el PAN y el PRD. El que queda fuera de la jugada es el diputado local Sergio Hernández –alfil de los caninos del Estero– quien realmente no tenía posibilidades en caso de que Ahued llegue a ser el candidato oficial de Morena… Tampoco es que David tenga mejor pronóstico, pero sin duda hará un papel más decoroso y menos vergonzoso. Dicen las malas lenguas que nadie le avisó al Sergio que la alcaldía no se gana plurinominalmente