CLAROSCUROS

Ángel, un Alcalde con capacidades diferentes: “No se confundan…”
José Luis Ortega Vidal

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Ángel entró al recinto vestido con una guayabera color claro y un pantalón ad hoc.
Los zapatos brillantes hacían conjunto mientras su caminar lánguido dirigía los pasos de la mirada.
Lentes de grosor notable, vista firme, escudriñadora, acompañaron el saludo a los primeros reporteros; al resto –quieto en el conjunto- sólo los miró como si los bosquejara.
Ediles y auxiliares le indicaron cuál era el lugar destinado para sentarse: una de doce sillas alrededor de la añeja mesa redonda y roja en el primer salón de acceso a la alcaldía acayuqueña.
La mitad de las sillas a ocuparse por el cuerpo edilicio y el resto por periodistas.
Oswaldo volcó el cuello y sus ojos redondos y oscuros hacia el lado izquierdo…
Ahí estaban el escritorio y la silla poco usados pero símbolo -por décadas- del poder presidencial local…
Hizo una pequeña señal y hacia tal espacio se dirigió.
Fueron segundos -acaso poco más de un minuto- pero todo quedó claro.
Ángel Oswaldo Hernández López publicó la víspera –el miércoles 24 de febrero- un mensaje en su cuenta de redes sociales: “No se confundan, una cosa es discapacidad y otra cosa es incapacidad. Estoy listo para servir a mi pueblo. Acayucan”.
Así con vistazos simples, el brazo derecho extendido, el sillón y el escritorio ahora ocupados con firmeza, quedó claro quién manda…

(2)

Ángel Oswaldo Hernández López se convirtió a partir de una Sesión de Cabildo celebrada el último jueves de febrero del 2021, en el primer alcalde de Acayucan, Veracruz, poseedor de capacidades diferentes.
¿Aplica la palabra discapacidad?
No.
Una madre de familia recuerda con cariño a su hijo –hoy de 28 años- jugar con Ángel al basquetbol en la cancha de Cruz Verde, popular y añejo barrio acayuqueño.
Oswaldo es lo que siempre ha sido.
Así jugó, convivió, acudió a fiestas e invitó a las propias, estudió hasta convertirse en Ingeniero en Sistemas Computacionales y hoy ejerce de Político.
Camina distinto y es atleta paralímpico.
Habla con cierta problemática…
¿Pero alguien duda sobre su capacidad para comunicarse después de su ingreso al “salón rojo” de la Presidencia Municipal, ahora bajo su encargo por mandato popular pues fue electo Alcalde suplente en los comicios del 2017?
Ingeniero civil de profesión, el padre del nuevo edil murió tres meses atrás.
Seguramente se marchó orgulloso.
El logro de su hijo es uno de tantos: su vida ha sido de retos y triunfos; así, sin demagogia…
El poder es un ejercicio de lobos.
Sobra -en la descripción de este inicio- el análisis minucioso de los contextos que preceden al suceso en cuestión.
Ángel Oswaldo Hernández López ha llegado a la Presidencia Municipal porque en el camino se crió con lobos y aprendió a aullar.
No mostró debilidad alguna en el momento de indicar: me siento allí porque allí es mi lugar.
Punto.
¿Qué vendrá?
Lo veremos.
Nada que valga la pena es fácil.
Queda, para la posteridad, el ejemplo de una política inclusiva.
Las mujeres llevan siglos luchando por temas de género.
Las minorías, entre ellas los hombres y mujeres con capacidades diferentes, pugnan por espacios legítimos de inclusión social en todos los órdenes: desde lo económico, el acceso a los beneficios de salud y educativos al más alto nivel, hasta el poder político bajo un contexto de respeto ganado como cualquier otro.
No confundir conmiseración con respeto.
Ángel Oswaldo lo dejó muy claro: una cosa es discapacidad y otra cosa es incapacidad.
Una cosa es la igualdad dentro de la diferencia y otra cosa es la manipulación a partir de un ejercicio de poder antidemocrático, ignorante e injusto.
No vale, para el redactor, sino la conceptualización de las capacidades diferentes.
Gracias, Ángel Oswaldo, de parte de alguien con capacidades diferenciadas.
Saludos de los amigos que disputaban contigo la pelota en un parque tan lúdico como democrático…
Desde Acayucan: la tierra que no en balde obsequió momentos esenciales a ese cambio de régimen denominado Revolución de 1910.

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