La música se convierte en una forma de ayudar a las personas refugiadas a expresar sus emociones y contribuye a la cohesión social en las comunidades de acogida.
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, entregó una donación de instrumentos musicales a la Casa de Cultura de Acayucan, en el estado de Veracruz, como parte de una iniciativa de coexistencia pacífica que beneficiará tanto a la población local como a las personas refugiadas y solicitantes de asilo.
El ACNUR tiene oficina en Acayucan desde 2016, donde trabaja de la mano con la delegación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), el Instituto Nacional Migración (INM), así como organizaciones de la sociedad civil y la iglesia como es el caso de la Casa del Migrante Monseñor Guillermo Ranzahuer para atender a las personas que solicitan asilo en el sur del estado de Veracruz.
“El arte es un lenguaje universal que apela a lo humano, sin importar las fronteras. Es por ello que la cultura, observada más allá del espectáculo, contiene elementos poderosos para generar empatía, tender puentes de entendimiento intercultural y restituir el tejido social”, comentó José Eduardo Bravo Macías, director de la Casa de Cultura.
“Es así como la formación artística se entiende en el Ayuntamiento de Acayucan, Veracruz, por lo que para la Dirección de Cultura municipal resulta importante la donación de instrumentos y equipo que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) realiza a los diferentes talleres que se imparten en la Casa de Cultura para fortalecer las acciones artísticas, tanto para los acayuqueños, como para las personas refugiadas y solicitantes de asilo que se encuentran en nuestro municipio y la región”, agregó.
Por su parte, Alejandra Hernández Acevedo, jefa interina de la oficina ACNUR en Acayucan, señaló que “la cultura, el arte y la música son actividades y herramientas importantes que nos permiten promover la integración, el intercambio y encuentros entre las personas refugiadas y solicitantes de asilo y la población local. La Casa de la Cultura es un espacio ideal para actividades de sensibilización y de coexistencia pacífica en esta comunidad. Estas actividades también sirven como terapias para aliviar particularmente a los niños y jóvenes de situaciones traumáticas que han vivido en el pasado”.
Esta donación se inscribe en el marco de un diálogo constante con los diferentes socios y responde a la necesidad de fortalecer las actividades culturales y artísticas en beneficio de la población acayuqueña, así como de las personas refugiadas y solicitantes de asilo que se encuentran en el municipio.
La Casa de Cultura de Acayucan ofrece talleres gratuitos de son jarocho, zapateado, baile folclórico, canto, teclado y guitarra, entre otros, en los que participan personas refugiadas y solicitantes de asilo junto con la población local.
Al ser Acayucan una ciudad solidaria, ACNUR otorgó hoy esta donación a la Casa de Cultura, la cual consiste en jaranas, teclados musicales, marimba, marimboles, panderos, quijadas, guitarras acústicas, micrófonos y bocinas.
También se entregaron cámaras, lentes, tripie, monitor para edición audiovisual y computadora para postproducción audiovisual que servirán para grabaciones y talleres de realización y posproducción de video.
Además, se donaron caballetes para pintura que se usarán para diferentes clases y exposiciones que se realizarán en la Casa de Cultura.
Debido a la pandemia por el Covid-19 los talleres se realizan en línea, sin embargo, personal de la Casa de Cultura están yendo a las comunidades con las medidas sanitarias adecuadas para involucrar a niñas, niños, adolescentes y jóvenes en estas actividades.
Para más información:
Pierre-Marc René
Asociado de Información Pública
ACNUR Tapachula
rene@unhcr.org