El primer documento escrito en México por los españoles revela el plan de Cortés

Pese a ser el documento más antiguo escrito en México por un europeo y de tener ya 500 años, el hallazgo de la Petición es reciente

Fuente: Global UNAM

El documento más antiguo escrito por los españoles en nuestro país —hasta donde sabemos— data del 20 de junio de 1519 y lleva por nombre Petición de los vecinos de la Villa Rica de la Vera Cruz, dirigida a su cabildo, alcaldes y regidores. Esta misiva enviada a la corona contiene la firma de 400 hombres que, en ese momento, apoyaron a Hernán Cortés para que lo que descubriera y ganara en México fuera para él y no para el gobernador de Cuba, quien estaba por llegar como “adelantado”, cargo equivalente al de conquistador.

“Se trata de un texto casi providencial”, señala el profesor Rodrigo Martínez Baracs, de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, pues al igual que en las dos primeras cartas de relación, la del cabildo de julio de 1519 o la segunda de 1520, fue redactado en momentos muy difíciles en los que don Hernán aún no estaba cierto de cómo someter, con apenas 500 soldados, al imperio azteca y, sin embargo, nos describe a un hombre muy confiado en que al final lo haría y para quien lo primero era apartar a Diego Velázquez de su camino, algo que, de no haber conseguido, le hubiera dado otro cariz a la historia.

“Si leemos hoy estos documentos puede parecernos que responden a estrategias obvias, pero es porque conocemos el resultado. Sin embargo, deberíamos destacar que, aunque escritos en escenarios muy inciertos, estos textos parecen pintar a un Cortés con muchas ambiciones y pocas dudas de que él consumaría la Conquista”.

Sobre este punto, el doctor Martínez pidió recordar que el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, fue quien envió a las tropas cortesianas a México con la finalidad de beneficiarse después de las tierras que descubrieran y de sus victorias militares, por lo que la Petición de los vecinos de la Villa Rica es crucial para entender qué jugadas realizaron tanto Cortés como sus hombres para ser ellos quienes continuaran con la Conquista, pero de manera autónoma.

Esto queda claro cuando, en el texto citado, se lee que quienes lo suscriben le advierten a la corona: “A su Magestad suplican que a Diego Velázquez no hagan merced de le entregar ni proveer cosa ninguna en estas partes, ni le facer merced della por el daño e perjuicio que todos los destas partes recibiríamos. E si él viniese, ninguna persona quedaría a quien no dañase e echase a perder”.

A decir de Martínez Baracs, uno de los aspectos más destacables de este documento es que fue rubricado por 400 individuos (entre ellos Bernal Díaz del Castillo), y ello ha permitido obtener el nombre de 350 de ellos, lo que se convierte en una gran aportación a la historia prosopográfica de la Conquista, pues además de ofrecer un registro muy detallado de los conquistadores que desembarcaron en México, no se limita a los personajes famosos de siempre —como Pedro de Alvarado o Cristóbal de Olid— sino que va mucho más allá.

Así, la Petición de los vecinos de la Villa Rica de la Vera Cruz se vuelve un documento que arroja luz sobre cuál fue, desde el principio, el plan cortesiano. “Además de exigir para Cortés los cargos de capitán, Justicia Mayor, gobernador y conquistador (equivalente al de adelantado), muestra en sus páginas a un grupo de hombres en perfecta coordinación y coincidencia con su líder, es decir, a un equipo muy consolidado. La única demanda privada solicitada por los conquistadores son encomiendas perpetuas; eso era su deseo”.

Un documento antiguo, pero recién encontrado

Pese a ser el documento más antiguo escrito en México por un europeo y de tener ya 500 años, el hallazgo de la Petición es reciente, data de octubre de 1989, cuando Alfonso Martínez Cabral revisaba el Archivo General de Indias, en Sevilla, y de manera casual llegó a esta foja de papeles, pues en realidad el aztecólogo realizaba un trabajo acerca de don Diego de Alvarado Huanitzin, el nieto de Axayácatl, es decir, sobre algo no relacionado con el tema.

Al principio el investigador no prestó atención a este material y lo dejó guardado por un tiempo en una gaveta bajo llave, hasta que un día se dio cuenta de que, por la fecha, bien podría tratarse del primer texto redactado por los españoles al llegar a estos parajes. Para confirmarlo visitó al padre del profesor Martínez Baracs: José Luis Martínez, autor del libro Hernán Cortés, el cual se complementa con cuatro tomos de documentos cortesianos acuciosamente revisados.

“En ese momento mi papá estaba mal de salud y me pidió a mí hacer un informe del texto. Tras revisar este material vimos que no teníamos registro previo de él y, por la fecha, que tampoco había documento más antiguo. Además, esta misiva develaba mucho de Cortés y sus soldados al pasar por Veracruz, por lo que lo dimos a conocer a inicios de 2005, en el número 60 de la revista Historias. La finalidad era divulgarlo entre posibles interesados y el objetivo se vio cumplido cuando recibí el correo de una experta de la Universidad de Valladolid, María del Carmen Martínez, quien quería ahondar en él”.

El resultado de este contacto es el libro Veracruz, 1519, los hombres de Cortés de 2013 y coeditado por la Universidad de León (de la región de Castilla y León), Conaculta y el INAH, el cual, a seis años de su impresión ha circulado en España, mas no en México. “Ni mis colegas lo conocen, pese al magnífico trabajo realizado por esta investigadora a lo largo de 300 páginas; esperamos que todo cambie este año en que se conmemoran los cinco siglos de aquel evento”.

La Conquista, mucho más importante de lo que se nos dice

A decir de Martínez Baracs la Conquista es un hecho tan importante para México que, por encima de ella, sólo están el paso del hombre por el estrecho de Bering y su posterior asentamiento en América, y la revolución agrícola sin ganadería que se registró en nuestro país.

“La Independencia, la Reforma y la Revolución son cruciales, pero menos trascendentes pues sus consecuencias no se comparan a las del encuentro de Europa y América. Hablamos aquí de algo que vivimos a diario y en todo momento, desde el siglo XVI hasta nuestros días y, sin embargo, también de algo que nos negamos a analizar”.

Ésta es una de las razones a las cuales el académico aduce que el libro Veracruz, 1519, los hombres de Cortés sea más conocido en España que en México, pese a tratarse de un volumen que permite asomarse a un periodo poco conocido de la Conquista, pero clave: aquel que inicia el Viernes Santo de 1519, cuando el capitán español y sus tropas llegan a San Juan de Ulúa-Chalchiuhcuecan para luego moverse a Cempoallan y a la Vera Cruz-Quiahuiztlan, y que concluye en agosto, con la salida de este grupo armado rumbo a Tenochtitlan.

Los cuatros meses que el capitán español y sus tropas pasaron en estos lugares fueron cruciales para descifrar cómo vencer al letal ejército azteca con una soldadesca de apenas 500 hombres. “En ese lapso y con ayuda de doña Marina, los españoles pactaron con una serie de señoríos nahuas y totonacas afincados en Veracruz y deseosos de aliarse para combatir a sus enemigos mexicas. También es cuando la expedición de Francisco de Saucedo desembarcó en México para anunciar la próxima llegada del gobernador de Cuba, Diego Velázquez, en su papel de adelantado, lo cual obligó a Cortés a adoptar, a un mismo tiempo, estrategias tanto en lo político como en lo militar a fin de concretar sus planes”.

Y pese a la importancia de todos estos hechos en la conformación del país en que hoy vivimos, muchos mexicanos aún se niegan a ahondar en estos hechos y simplemente se limitan a cultivar ese complejo tan nuestro de ver a los indígenas como individuos buenos, débiles y siempre víctimas de españoles codiciosos, perversos, poderosos y sin escrúpulo alguno, opina Martínez Baracs.

“La única manera de romper con tales estereotipos es entendiendo a fondo las causas que condujeron a la victoria de los europeos— como las epidemias, la superioridad tecnológica o el odio de muchos señoríos mesoamericanos hacia la tiranía de los aztecas—, pero sobre todo las consecuencias, ya que hablar de la Conquista de México equivale a hacerlo de la de todo el continente americano”.

Para el profesor Martínez es necesario salvar este escollo para pasar a una etapa nueva, pues, como asegura, parece que gran parte de la población aún se niega a ver a la Conquista como un acontecimiento fundacional. “Si comenzamos a hacerlo quizá entenderemos por qué los mexicanos somos así y por qué nos hicimos de esta manera”.

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