En Veracruz no se habla más que las penurias judiciales y políticas por las que atraviesa el Clan de Miguel Ángel Yunes Linares, que algunos también llaman el ‘Cartel de los Yunes’ o ‘Los Yunes del Estero’.
Penurias que vienen de no hace mucho, y que derivaron de una lucha estéril -e innecesaria para muchos- que inició Miguel Ángel Yunes Linares cuando como gobernador se le metió la dinástica y monárquica idea de imponer a uno de sus hijos como su sucesor.
Y es que convertido en un carnicero atroz, y con todo a su favor, a Miguel Ángel Yunes Linares jamás le debió pasar por la mente que él, el PAN, y su hijo, perderían las elecciones en el 2018.
Miguel Ángel Yunes tenía a Veracruz en un puño: tenía el poder político en el gobierno, la fuerza nacional del PAN en sus manos y todo el dinero del mundo en sus alforjas familiares.
Jamás se imaginó Miguel Ángel Yunes Linares perder la elección para gobernador ante Cuitláhuac García Jiménez, quien fue postulado por MORENA, un partido nuevo, sin estructura política y con un candidato al que consideraba débil políticamente.
Así y todo su poder, a Miguel Ángel Yunes Linares, el todopoderoso gobernador de Veracruz, se le hizo fácil darle con todo, insultar y retar a debates públicos y abiertos al candidato a la presidencia por MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
Es decir, la mesa estaba puesta para que el PAN recuperara Los Pinos y en Veracruz se diera el pase natural a la gubernatura por herencia… un escenario ideal.
Pero, como siempre hay un pero, y cuando las urnas hablaron todo se derrumbó.
AMLO ganó la presidencia; Cuitláhuac García Jiménez ganó la gubernatura; y Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre tuvieron que dejar el poder y sus sueños monárquicos.
Hoy en día, el papá está en serios problemas con la Fiscalía General de la República, dependencia que recién ha confirmado tener abierta una carpeta de investigación relacionada con su gestión como director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Desde luego que el ex gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, siempre ha negado que bajo su mando en el ISSSTE se hayan dado actos de corrupción, tal y como lo denunció la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto Castillo.
Miguel Ángel Yunes Linares ha negado la existencia de tales investigaciones, a pesar de que la FGR emitió el boletín oficial FGR139/21, comentado profusamente en columnas nacionales y locales en Veracruz. En esa ocasión, Miguel Ángel Yunes Linares (bravucón como ha sido siempre) negó todo y retó a la dependencia a que lo citara a declarar, “Aquí estoy a sus órdenes”, incluso dijo.
Y, como reiteradamente lo ha venido haciendo, desde que cayó del poder y el santo se le volteó de espaldas, declaró a los medios “Es totalmente reprobable que órganos del Estado Mexicano se usen para perseguir a adversarios o para cobrar afrentas políticas, o –peor aún- para vaciar odios. Eso propio de las dictaduras, no de las democracias”.
¿Se referiría Yunes Linares a lo que él mismo hizo durante sus dos años como gobernador?
Colateralmente, dos colaboradores directos de Yunes Linares en su minigobierno se encuentran en la cárcel.
Por si fuera poco, aquí en Veracruz, su otro hijo, Fernando Yunes Márquez, batalla con una denuncia por desvío de recursos que le detectó el ORFIS y con la legalidad de un millonario edificio construido presuntamente sin los permisos correspondientes.
Además, Miguel Ángel Yunes Márquez, perdió en la mesa la candidatura a la alcaldía del Puerto, y por si fuera poco, su esposa que lo suplió en la candidatura y ganó la elección del Puerto se encuentra metida en un berenjenal electoral por aún no comprobar sus gastos de campaña.
Es decir, las cosas no le están saliendo nada baratas al “Clan del Estero”.
¿Quién lo iba a decir, allá por los tiempos felices entre el 2016 y 2018? Cortos tiempos en que las figuras políticas se convierten en figurones de la política.
@frlicona