Por firmas.mx
No hay mal que por bien no venga, ese es el antiguo adagio aplicado por la gente mayor y es que en el reciente embate de la naturaleza al pueblo de Agua Dulce, con el desbordamiento de su río, quien demostró una vez más de qué está hecho, poniendo a flote su liderazgo en momentos críticos, fue el alcalde y diputado electo, Sergio Lenin Guzmán Ricárdez.
Colocado en primera línea, coordinando las acciones de evacuación de las familias damnificadas, cuyas viviendas quedaron bajo el agua y encabezando a ese gran equipo humano que lidera desde hace cuatro años, Guzmán Ricárdez con el respaldo total del Gobernador Cuitláhuac García, respondió de manera contundente al momento crítico que vivió su gente.
Y desde luego que los ataques deliberados en contra del político hidrómilo, algunos orquestados desde Xalapa, considerados como fuego amigo, no se hicieron esperar por parte de cobardes, quienes mediante el uso irresponsable de las redes sociales, trataron de descalificar el trabajo del diputado morenista y alcalde en funciones.
De no haber sido por la cobertura que dieron desde el lugar mismo de los hechos más de 20 periodistas cerca de la media noche del desbordamiento del río, los ciudadanos no se habrían percatado de la presencia del alcalde Guzmán Ricárdez recorriendo bajo pertinaz lluvia las colonias inundadas.
Hacia las 03:00 horas del 18 de octubre, personalmente se avocó a entregar bebidas calientes a los primeros evacuados en los cuatro albergues que horas antes habían sido abiertos ante la agresividad de las precipitaciones pluviales. Guzmán Ricárdez y su esposa Elizabeth Ordaz ya estaban al mando del operativo de ayuda humanitaria.
Y con Guzmán Ricárdez se desplegó un ejército de voluntarios, quienes en vehículos particulares recorrían colonias de la periferia persuadiendo a las familias inundadas a que aceptaran pasar la noche en los albergues, alejándolos de los peligros de permanecer en las áreas del aluvión.
Horas después gobierno del Estado ordenaba la puesta en marcha del Plan Tajín y el DIF municipal desplegaba a su personal para la entrega de alimentos calientes, no solo en los centros de alojamiento oficiales, sino de colonia en colonia y de casa en casa, disponiéndose además de brigadas médicas y un operativo policial que impidió actos de rapiña en las viviendas abandonadas horas antes.
Como esperarse, en el transcurrir de las horas, los adversarios de Sergio Guzmán, entre ellos el hijo de un ex síndico -que en Gloria esté- utilizando hasta seis pseudónimos en Facebook, rabiaba, descalificando el trabajo del alcalde hidrómilo, ah, pero eso sí, recordando que su progenitor había sido uno de los gestores del dragado del río.
Omitió por supuesto, que a salud de la “magna obra” ejecutada por Conagua con un presupuesto de 100 MDP, el jefe edilicio de aquella truculenta administración municipal y por un gentil patrocinio del erario municipal, junto a su “asesor” cultural, su incondicional síndico y otros cómplices -funcionarios por supuesto-, iniciaron un tour familiar por varios centros turísticos de Italia, Francia y Grecia. Este episodio por obviedad, lo excluye el junior y otros críticos de Guzmán Ricárdez y no es que sean amnésicos, simplemente sin cínicos.
No debemos omitir que el dragado del “Aguadulcita”, se convirtió en una olla de corrupción más, en los tiempos del nefasto Fidel Herrera Beltrán.
¿Es válida a crítica? Claro que sí y es un derecho constitucional, pero también los detractores del legislador electo, deben aprenderse al dedillo la máxima que para tener la lengua larga, es menester tener la cola corta, frase que por cierto es la favorita del ex diputado Héctor Yunes, ex protector de esta caterva de indeseables.
Es cuánto.