José Luis Ortega Vidal
Arrojo este silencio estremecido/Me diste luz, amor inmerecido/Vuelvo por ti, Sirena, soy cobarde/Sin ti, mi piel es llama que no arde/Ni sombra da, mi sol adormecido
Unidos en loco frenesí/ Tu cuerpo y mi cuerpo dialogaron/A gemir, a vivir, se acostumbraron/Tu sudor me preguntó: le dije sí/Embriagado por tu voz, tu olor turquí…
No fui capaz, ahora lo confieso/De volar feliz y vivo preso/No del deseo, sí de tu olvido/Justa acción, de la cual estoy herido/Lo mismo que de aquel infame beso
Tú y yo al final, somos palabra/Ni un sí, ni un no, sólo el deseo/De robar a una estrella un parpadeo/Del deseo su puerta se nos abra/Si mi amor con tu dicha se apalabra.