Orizaba, Ver., 25 de enero de 2022.- No queremos más compañeros asesinados, secuestrados ni desaparecidos.
Es lamentable que persistan los crimenes contra nuestro gremio en un intento por socavar la libertad de prensa para informar.
Las personas tienen el derecho a estar informadas de los acontecimientos y políticas que dan forma a nuestra ciudad, nuestro estado y nuestro país.
Hoy ese derecho de los ciudadanos a estar informados nuevamente se ve vulnerado con el asesinato de tres de nuestros compañeros.
A solo 25 días de que inició este 2022 ya suman tres periodistas asesinados: José Luis Gamboa, asesinado el 10 de enero en Veracruz, Margarito Martínez Esquivel, asesinado el 17 de enero en Tijuana y Lourdes Maldonado asesinada el 23 de enero, también en Tijuana.
Hoy callaron sus voces, pero no las nuestras, hoy en todo el país, los periodistas gritamos al unísono: Justicia.
Hoy desde Orizaba, los periodistas decimos: no nos van a callar… Silenciaron a nuestros compañeros, pero no nuestra voz, su voz, que clama justicia y dice: “ya basta, no se calla la verdad, matando a periodistas”.
Esta es la realidad de nuestro México, que se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
Por qué? Porque nos siguen amenazando, deteniendo, desapareciendo, agrediendo o incluso ejecutando por hacer nuestra trabajo.
El gobierno, en todos sus niveles, también ha fracasado en protegernos ante actos actos similares perpetrados por criminales u otras fuerzas que intentan suprimir la verdad.
Tan sólo en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, según ha documentado Artículo 19, han sido asesinados 28 comunicadores.
Y desde el año 2000 a la fecha 148 asesinatos de periodistas en relación con su labor informativa. Del total, 136 hombres y 12 mujeres.
Vemos con rabia e indignación que los crímenes contra periodistas en el país siguen en la impunidad, matar a un periodista en México, es como matar a nadie: lejos de que haya investigaciones serias por parte de las Fiscalías en los estados y la federal para que sepamos por qué no matan en este país y haya justicia, la cifra va en aumento.
La violencia hacia periodistas en México y en especial en el estado de Veracruz, ha aumentado sus cifras a través de los años.
En lo que va de la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, cinco periodistas han sido asesinados en territorio veracruzano.
Se trata de Jorge Celestino Ruíz Váquez asesinado el 2 de agosto de 2019, María Elena Ferral, asesinada el 30 de Marzo de 2020; Julio Valdivia asesinado el 9 de Septiembre de 2020; Jacinto Romero Flores asesinado el 19 de Agosto de 2021 y José Luis Gamboa Arenas, asesinado el 10 de enero de este año, pero su cuerpo fue identificado 4 días después.
Según estadísticas de Artículo 19, en el período 2019-2021, tres años de gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, Veracruz se ha ubicado entre estados con más violencia y agresiones a periodistas.
El riesgo que corremos como reporteros en un entorno violento es muchas veces inimaginable hasta para nuestros colegas de otros estados o países lo ven o lo viven.
Actualmente el periodismo vive una gran crisis.
La realidad política y social de nuestro país es muy difícil y eso se traduce en una falta de libertad de prensa, porque los periodistas debemos enfrentarnos a los poderes (gobiernos, instituciones, empresas) para contar la verdad.
Ejercemos nuestro trabajo, muchas veces con altos niveles de censura, ya sea por presiones o por colaboración con el poder.
Los periodistas que trabajamos en México, no dormimos tranquilos por la presión que sufrimos a la hora de publicar los verdaderos hechos.
A veces, lo que escribimos con nuestra pluma nos puede costar la carrera e incluso la vida.
Cada uno de nuestros compañeros asesinados son un reflejo del panorama negro que vivimos como gremio en la búsqueda de la verdad.
México empieza un 2022 con tres asesinatos de periodistas.