Durante al menos cinco años, Petróleos Mexicanos (Pemex) se vio obligado a pagar 4.5 millones de dólares mensuales (alrededor de 94.5 millones de pesos al tipo de cambio actual) a una empresa por la utilización de un gasoducto que llevaría el combustible de Poza Rica, Veracruz, a la refinería de Tula, Hidalgo, y que “no transportaba absolutamente nada”, reveló información oficial de la empresa petrolera estatal.
Aunque aún no se cumplía el plazo de 25 años para finalizar el contrato, Petróleos Mexicanos (Pemex) dio por concluido el pacto con la empresa que construyó el gasoducto, dijo Octavio Romero Oropeza, director general de la empresa estatal.
El directivo no reveló el nombre del privado encargado de transportar el energético, cuando habló ayer sobre el tema durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque no lo citó, el caso recordó al de los contratos firmados en gobiernos pasados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para uso de gasoductos, que la actual administración calificó de lesivos para las finanzas de la empresa y fueron renegociados en mejores condiciones para la compañía eléctrica.
Romero Oropeza reveló que la actual administración identificó que una compañía construyó el ducto de Poza Rica a Tula, que nunca transportó gas, el cual era rentado para llevar el energético que se extraería de esa zona del estado de Veracruz.
Sin embargo, el proyecto contemplado para obtener gas natural de Poza Rica no se concretó.
“Cuando llegamos nos encontramos con un contrato que tenía Pemex con una empresa que había construido un gasoducto de Poza Rica a la refinería de Tula y ese gasoducto evidentemente era para transportar gas. Cuando nosotros nos enteramos de esto, preguntamos qué cuánto gas se extraía de allá y resultó que no se extraía nada de gas, y preguntamos que desde cuando no se extraía gas y la respuesta fue que nunca se extrajo gas”.
“A estas alturas habían trascurrido cinco años de que se había construido el gasoducto. Era un pago que se hacía del orden de 4.2 millones de dólares, alrededor de 100 millones de pesos mensuales, que se pagaron durante cinco años por no transportar absolutamente nada”.
Romero Oropeza señaló en marzo del año pasado que el contrato firmado para transportar tendría una duración de 25 años, periodo similar al que se obligó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para comprar gas natural a varias empresas.
El director general de la petrolera estatal no ha revelado de qué empresa se trata, pues sólo se ha limitado a señalar que se trata de una compañía gasera establecida en México.
Después de la reforma energética que impulsó Enrique Peña Nieto, diversas empresas energéticas surgieron después de 2013 que se encargaron de construir diversos ductos que transportarían productos petrolíferos.
En 2016 la holandesa Vitol Energy anunció la construcción de un ducto que conectaría la zona de Poza Rica con la refinería de Tula, en Hidalgo.
Sin embargo, también existían otros proyectos que seguirán la misma ruta a cargo de TransCanada, aunque este fue licitado por CFE.
También se tenía contemplado ese año la construcción de otro a cargo de Monterra Energy y uno más de Invex Energía, pero se desconoce si alguno de estos es el relacionado con el señalado por Romero Oropeza y no se conoce en qué términos concluyó el contrato, pues el portal de Transparencia de Pemex no muestra información relacionada con esas compañías.
Con información de La Jornada