Valeria Marcial // Matices Políticos
Seguimos en pandemia COVID19 y ha llegado ya a México la viruela símica o viruela del mono. Con ello resulta necesario hacer hincapié en que hay zonas en donde se carece de agua, las zonas donde hay escases de agua y en los municipios donde se cuenta con servicios de agua potable pero estos no son de calidad, y en este último caso la situación representa una alerta biológica sanitaria más que una garantía de higiene.
Tal es el caso de la zona conurbada en donde presta servicio la empresa Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento S. A. P. I. de C. V., cuya manejo y distribución del vital líquido que realiza esta empresa filial de de Odebrecht, día tras día pone en riesgo la salud de los usuarios.
Un problema que aqueja a todos los ciudadanos es la falta de agua que se vive hoy en día, pero si aunado a ello, el agua que se tiene o se recibe en los hogares esta sucia; hablamos de un problema de salud pública, por el cual se debe intervenir con urgencia.
El agua potable salubre es un derecho humano, donde se deben cumplir ciertas características microbianas, químicas y físicas de acuerdo a las pautas de la OMS o los estándares nacionales sobre la calidad del vital líquido.
Recientemente el diputado local morenista Fernando Arteaga Aponte presentó al Pleno del Congreso un Anteproyecto de Punto de Acuerdo por el que se exhortó al Órgano de Fiscalización Superior del estado (Orfis) a cargo de la Maestra Delia González Cobos, para que, en uso de sus atribuciones, realice una auditoría integral a la empresa Grupo
Metropolitano de Agua y Saneamiento S. A. P. I. de C. V.
Grupo MAS, presta servicios de agua y saneamiento en los municipios de Veracruz y de Medellín de Bravo, por lo que la petición es respecto de un informe técnico, financiero, de legalidad y de desempeño el cual tendría como fin determinar el cumplimiento de las obligaciones objeto de la concesión otorgada.
Además es necesario y urgente que intervengan tanto la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y la Secretaría de Salud ambas del Gobierno del Estado de Veracruz para que ejerzan conforme a sus atribuciones una revisión exhaustiva de la situación en que se maneja la empresa y los servicios que se otorgan a los usuarios.
Respecto de la PMA a cargo del Sergio Rodríguez Cortés la petición es que respecto de sus funciones de inspección y vigilancia, analice la calidad del servicio de agua potable y tratamiento de aguas residuales que proporciona la empresa concesionaria Grupo MAS de acuerdo con las leyes ambientales y las normas oficiales mexicanas aplicables en la materia.
A la SSA que actualmente está cargo del Dr. Gerardo Díaz Morales compete a través de su Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios, a llevar a cabo un estudio que indique el riesgo biológico y cumplimiento de los indicadores en materia de salubridad acorde lo establecido por lo dispuesto en la legislación local y federal vigente, del actual líquido que es suministrado a la población.
Deben intervenir las contralorías de los ayuntamientos de Veracruz y Medellín de Bravo, dejar de hacerse ojo de hormiga las áreas de Marcos Isleño y Patricia Lobeira e interesarse en un asunto que me parece puede ser un problema de salud, debido a que el agua que se suministra está sucia, turbia y muchas veces con mal olor y presencia de animalitos, incluso muy visibles.
Más allá de la responsabilidad que tenemos cada ciudadana y ciudadano por cuidar el agua evitando el desperdicio y/o mal uso del agua potable, nuestras autoridades tienen el deber de vigilar que los insumos básicos que recibimos cumplan con los estándares de calidad, garantizando los
Derechos Humanos. Y de existir irregularidades que pongan en riesgo la salud, se debe proceder con sanciones y hasta con la revocación de concesiones en caso de las empresas privadas.
Además del sistema de agua potable, Grupo MAS poco o nulo mantenimiento ha dado a la red de alcantarillado y drenaje, hay que tener en cuenta que las lluvias generan inundaciones que también se convierten en un problema de salud.