Por Edgar Hernández*//Línea Caliente
“No digan medias verdades”, exige el gobernador a los periodistas.
Va pues, una verdad completa:
Desde la época de Fidel Herrera fue del dominio público la injerencia de localizados grupos criminales en el quehacer público. Había, sin embargo, fronteras; límites que permitían la gobernabilidad.
Era la época de los “Zetas” que guardaban cierta supremacía en algunas regiones en donde más que imponer, tenían sometidos a ciertos alcaldes y bajo control a la policía.
Sin embargo, a la vuelta de dos décadas y ya en el poder Cuitláhuac García, la situación más que escandalosa se volvió altamente peligrosa para la seguridad nacional y la sociedad civil.
Siete Cárteles, reconocidos por el propio gobernador, tienen bajo control el territorio veracruzano.
Buena parte de los 212 municipios los manejan presupuestalmente y tienen a sus órdenes a los ediles, muchos de ellos impuestos por las hordas criminales.
Hoy la prensa nacional da cuenta del estremecedor caso en Sayula de Alemán, un municipio ubicado al sur de Veracruz con escasos 25 mil habitantes, donde reina el terror impuesto por el crimen organizado.
Por resultar de relevante importancia reproduzco el reportaje del diario Excelsior, que en su edición de este día en donde Lorena Sánchez Vargas, alcaldesa –por cierto de extracción morenista-, denuncia que ha sido rehén de un grupo delictivo, que a lo largo de 7 meses ha controlado las finanzas del municipio y actualmente mantiene secuestrado a su hijo de tres años.
El amplio reportaje da cuenta que la edil inició su carrera política en este municipio al sur de Veracruz, junto con su esposo, Héctor Velázquez Vázquez, quien siendo regidor fue asesinado el 15 de febrero del 2020, por un comando armado.
“Lorena continuó en la política y fue electa como candidata a la presidencia municipal en el 2021. En medio de su campaña política, se acercaron a ella personajes quienes dijeron que le darían protección, debido a la inseguridad que prevalecía en el estado”.
Y fue a partir de ese momento, narra la presidenta municipal en entrevista exclusiva con Excélsior, “que estos sujetos influyeron de manera agresiva sobre las decisiones personales y comenzaron las amenazas”.
“Cuando termino mi campaña, agrega, recibo unas amenazas y ellos me decían que me iban a matar… me decían que no hablara con nadie, porque ellos me mandaban fotos donde me decían que había gente rondando mi casa, que me iban asesinar”.
Revela asimismo que aceptó ya que “en el sur de Veracruz hay varios alcaldes electos que no han llegado y son asesinados”.
Al inicio de su administración estos sujetos le dijeron abiertamente que pertenecían a un grupo criminal y le impusieron al secretario de obras y al tesorero municipal.
“Ya al frente de la alcaldía de Sayula de Alemán, los presuntos criminales se apoderaron de las claves electrónicas y chequera del municipio. Cuando fui al banco me pidieron el toquen y la chequera en el mes de enero, ahí recibo la llamada de Miguel Vázquez Bonilla”.
¿Quién es Miguel Ángel Vázquez Bonilla?
“Miguel Vázquez Bonilla alias El Chivo es hijo de Erasmo Vázquez González y hermano de Juan Carlos Vázquez”, todos ligados familiarmente al viejo cacicazgo de Cirilo Vázquez Lagunes.
“A partir de ese momento estuve vigilada por varios integrantes del grupo delictivo y era acompañada, en todas las actividades municipales y personales, por un hombre armado, que simulaba ser mi secretario, pero en realidad pertenecía a ese grupo”.
Sánchez Vargas contó que le pidieron firmar varios cheques en blanco. Por consejo de su secretario particular, Octavio Acosta, se negó a hacerlo. En ese momento, los criminales amenazaron al secretario y posteriormente fue asesinado el 27 de febrero de 2022.
Para junio de este año el tesorero, Rafael Cárdenas, le pidió firmar otro cheque por 10 millones de pesos a la munícipe quien se negó, “por no saber el destino de esos recursos”.
“Le hago mención a Rafael que no iba a firmar ese cheque porque iba a ir presa, media hora después recibo una llamada donde unos de mis secuestradores me pasa el teléfono y me habla Miguel Vázquez, y me dice: tengo a tu hijo, tengo a tu hijo, firma ese cheque”, contó la presidenta municipal.
Ya con su hijo secuestrado, Lorena Sánchez decidió buscar ayuda y usó de pretexto, para viajar a la Ciudad de México, la asignación de recursos para realizar un libramiento.
Al llegar a la capital del país, Lorena pidió a sus secuestradores que la llevaran al Senado de la República. Ahí los dejó afuera del recinto y con ayuda de un amigo salió por otra puerta “me subo a una camioneta y escapo de mis secuestradores, fue el viernes 30 de julio hace unos días apenas”.
“Ya presenté la denuncia porque mi hijo de nombre Homero Velázquez, es un niño de tan sólo tres años y hoy se encuentra secuestrado por estos delincuentes”.
Por el momento, Lorena Sánchez Vargas está oculta para garantizar su seguridad.
Este brutal relato solo es parte de las historias que se viven día a día en Veracruz donde ya no se siente lo duro sino lo tupido, mientras el gobernador exige a los periodistas que “no destaquen las mentiras ya que la sociedad está viendo qué medios son congruentes y qué medios desvarían”.
Hoy el único que desvaría es este atarantado.
Tiempo el tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo