La Llorona es una de las canciones más populares de México. Conoce la historia y leyenda de este son oaxaqueño interpretado magistralmente por Chavela Vargas.
La Llorona es una de las canciones más populares de México, especialmente entonado durante las festividades de Día de Muertos. Se originó en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y no existe una versión única ni se conoce su fecha de creación o autor.
Aunque generalmente se le asocia como la leyenda de La Llorona, no existen evidencias de que ésta sea su origen. Hay numerosas versiones de la canción, la más clásica es la que pertenece al género de los sones istmeños, semejante al vals por su compás de 3/4.
Se piensa que la base de la Llorona pudo ingresar a la región istmeña durante la Colonia, tras lo cual fue tomando sus formas contemporáneas. Andrés Henestrosa sostenía dicha tesis debido a la semejanza existente entre las coplas de La Llorona y “Aprended, flores, en mí” de Luis de Góngora. En 1992, Flora Botton-Burlá reunió cerca de 121 coplas de La Llorona, las más antiguas databan de 1932. En cuanto a métrica, se componen por cuartetos octosílabos que se repiten para formar estrofas de cuatro versos.
La canción ha sido interpretada por grandes artistas de la música tradicional mexicana, destacando Lola Beltrán, Lila Downs, Chavela Vargas, Susana Harp y Eugenia León. La versión más aplaudida hasta la fecha es la de Chavela Vargas, quien con su voz aguardientosa y melancólica proyectó la canción a nivel mundial.
En 2002 Chavela Vargas tuvo una participación especial en la película Frida, donde interpretó La Llorona. Vargas fue una íntima amiga de Frida Kahlo y Diego Rivera, con quienes solía pasar tiempo en su casa. Se especula que existió una relación amorosa entre ambas mujeres.
Aunque no hay ninguna certeza de que la canción de La Llorona esté inspirada en la leyenda popular mexicana, ciertamente ha terminado por asociárseles. Del mismo modo que la canción, existen numerosas versiones de la leyenda. Las formas más literales relatan la historia de una mujer que asesinó a sus hijos para vengarse de las infidelidades de su esposo, tras lo cual se convirtió en un alma en pena que castiga a los hombres infieles.
Sin embargo, también existen elementos prehispánicos que auxilian que La Llorona hace referencia a deidades femeninas como Mictlancíhuatl, señora del inframundo, que seducía y perdía a los hombres. Dicho comportamiento divino era una constante entre las diosas del México prehispánico.
Finalmente, hay quienes hacen una lectura simbólica de la leyenda, comentando que hace referencia a los infanticidios que pudieron producirse durante los primeros años del mestizaje, fruto de las violaciones. Dichas formas de lectura no son contradictorias entre sí, ya que la leyenda posee suficientes elementos para dicho abordaje hermenéutico, desde un ángulo u otro.