Por Redacción Infobae México
La CNDH abrió una queja de oficio por la violación a los Derechos Humanos de las víctimas que perdieron la vida tras ser interceptadas por elementos militares
Un grupo de seis jóvenes fue interceptado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al salir de un centro nocturno en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado fin de semana. Las autoridades abrieron fuego contra los civiles y cinco de ellos fallecieron. Hasta el momento no se han esclarecido los hechos.
El domingo 26 de febrero, seis jóvenes salieron de un bar y circulaban a bordo de una camioneta pick-up de la marca Chevrolet, cuando fueron interceptados por agentes de la Sedena en la colonia Manuel Cavazos Lerma, ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)
La camioneta en la que viajaban los jóvenes recibió más de 20 disparos y quedó marcada con rastros de sangre. Tras la ráfaga de balas, cinco civiles perdieron la vida y solo uno logró sobrevivir (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)
Tras los asesinatos, habitantes de la localidad y familiares de las víctimas se congregaron para enfrentarse con los militares mexicanos, pues acusaban que los habían privado de su vida de manera arbitraria (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)
“Los vamos a desarmar”, advirtieron los pobladores de la zona, quienes aseguraron que las cinco víctimas no estaban armadas, por lo que no había motivos para que fueran asesinadas. En el lugar de la confrontación se alcanzaban a observar cuatro unidades de la Sedena (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio NO RESALES. NO ARCHIVES)
La confrontación con las autoridades se intensificó cuando los elementos de la Sedena intenaron llevarse la camioneta blanca en la que viajaban los jóvenes (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio NO RESALES. NO ARCHIVES)
La multitud enardecida (entre mujeres y hombres) rodeó a los uniformados y les exigía que aclararan lo sucedido. En la zona ya se encontraban periodistas reportando la confrontación (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio NO RESALES. NO ARCHIVES)
Algunos de los civiles lograron derribar a uno de los militares, quien recibió fuertes golpes mientras se encontraba en el suelo, a pesar de estar armado (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio NO RESALES. NO ARCHIVES)
Al menos un par de uniformados le arrebató los celulares a las personas que se encontraban en el lugar. Entre ellos se estaba Raymundo Ramos, quien encabeza el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)
Tras unos momentos de forcejeos y gritos, los elementos de la Sedena activaron sus armas de fuego y comenzaron a disparar al aire para dispersar a la gente (Foto:REUTERS/Jasiel Rubio)
Mientras los militares se retiraban del lugar, los pobladores arrojaban piedras a las unidades de la Sedena y arrojaron pedazos de madera sobre el pavimento para impedir su paso (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)
Hasta el momento la Sedena no se ha pronunciado por lo ocurrido. Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) abrió una queja de oficio para investigar el actuar de las autoridades (Foto: REUTERS/Jasiel Rubio)