JÁLTIPAN Y SU ESTACIÓN DEL FERROCARRIL
Para Verónica:
En 1896 Alexander Lambert de Sainte-Croix realizó un viaje de Coatzacoalcos a Tehuantepec, a través del recién inaugurado Ferrocarril Nacional, e hizo una única escala en Jáltipan. En su libro “Once meses en México y Centroamérica” (París, 1897), este viajero francés publicó respecto a la estación ferroviaria lo siguiente:
“A las ocho [de la mañana], el tren nos dejó en la pequeña estación de madera de Jáltipan, donde me esperaba un viejo amigo mío, a quien no había visto en veinte años, el Sr. Miramón, hijo del infortunado general compañero de Maximiliano y mártir de su lealtad al emperador.
La región es preciosa, cubierta de colinas boscosas, de campos de tabaco, de maíz, con praderas de un pasto tan lindo que sólo pide ser pastado; hay manantiales, setos vivos donde cantan pájaros desconocidos y flores.
Esta no era aún la gran vegetación de la selva virgen que habría de encontrar más adelante en el istmo. La aldea está separada de la estación por más o menos cuatro kilómetros, que rápidamente recorrimos a caballo.
Jáltipan es una hermosa aldea, con sus calles cubiertas de una suave hierba, sus casitas de adobe muy limpias, sus habitantes vestidos de blanco, sus mujeres desnudas hasta la cintura ¡pero que no son salvajes!”
La fotografía de la estación de Jáltipan fue hecha 45 años después por el topógrafo Clemente F. Nadal y compartida por Héctor Hugo Castellanos. Muestra el edificio de mampostería, construido hacia 1910, un patrimonio ferroviario que aún se mantiene en pie!
Informacion y foto: Historiador – Florentino Cruz Martinez.