Margarito Escudero Luis
Ante la puerta abierta para sumar adeptos a la causa de Morena, se corre el riesgo de permitir la entrada de individuos que se han caracterizado por sus prácticas corruptas y llegan con todo su negro historial y experiencia nefasta que llevaron al viejo régimen a su extinción.
Ahora que el partido tricolor se deshace por el abandono de sus más distinguidos militantes, toda esa fauna buscará el ambiente propicio para realizar las actividades que saben hacer y que perfeccionaron durante su estancia en aquel instituto.
Algunos abusados arribistas se preparan para intentar quedar bien con quien sea que fuere el candidato de Morena a los cargos de elección; continúan con las prácticas del viejo régimen que el presidente López Obrador se ha empeñado en erradicar.
Como lo hacían antes, preparan listas y listas, un padrón de ciudadanos para mostrarlas en su momento al elegido (que no electo) y presumir su “estructura” que le garantizarían votos.
Pero son ladrones de identidades, fotografías y nombres reales con firmas falsas para impresionar y quedar bien, adornándose con información falsa.
Son los mismos de siempre, los que desde los drenajes de la política logran acomodarse o acomodar a sus parientes ante los ojos del personaje; mientras los leales, aquellos que caminan y sudan la camiseta, quedan en el olvido.
Estos individuos dirigen alguna delegación, tal vez una oficina con un carguito, con personal a su mando, del que abusan aprovechándose de la necesidad de trabajo.
Le meten mano hasta al salario de sus empleados, con el cuento de cooperar para mantener la oficina, les quitan hasta la mitad de sus ingresos. Y los empleados tienen que apechugar por su necesidad del ingreso para su subsistencia.
Son ellos los que, aprovechando el cargo, estarán en la primera fila para saludar y abrazar al candidato, para mostrar el “músculo” que traen y que casi casi son los que le harán ganar la elección.
Muchas críticas han recibido los funcionarios que llegaron al cargo desde las filas de Morena, por haber incrustado en las nóminas a caras muy conocidas del priato cuyo historial no es un misterio.
Ese descontento puede ser canalizado ahora que llega el tiempo electoral, por lo que aspirantes a los cargos de elección deberán tomar en cuenta esta premisa.
Si bien se trata de sumar, pero esas acciones resultaron contraproducentes de alguna forma y provocaron resta y división.
Los rivales de la 4T aprovechan esa fisura, ahora reproducen un discurso con el que pretenden engañar una vez más al pueblo, haciéndose pasar por indígenas de origen pobre y que sufrieron los latigazos de la pobreza extrema.
Entonces, puede verse que hay un resquicio por donde se fugan verdaderos morenistas y por donde se cuelan los que ayudaron a empobrecer al país.