A pesar de su breve carrera musical, Rockdrigo pervive en el corazón de los chilangos y en su honor fue colocada una estatua en metro Balderas. Te contamos por qué.
Era el año de 1984, cuando se ubica el surgimiento del rock rupestre en la Ciudad de México, un colectivo de artistas que a falta de recursos para crear música con instrumentos eléctricos, presentaron sus propuestas musicales usando guitarras acústicas, armónicas y su propia voz. El máximo representante de ese movimiento contracultural urbano fue Rodrigo González, mejor conocido como Rockdrigo, quien nació en Tamaulipas en 1950, pero migró a la Ciudad de México cuando era un adolescente.
A pesar de las limitaciones, la música de Rockdrigo empezó a gozar de popularidad por la autenticidad de sus letras, que narraban – a veces con humor, a veces con tristeza- las dificultades de vivir en lo que antes era el Distrito Federal.
Cabalgo sobre sueños, innecesarios y rotos; prisionero iluso, de esta selva cotidiana. Y como hoja seca, que vaga en el viento, vuelo imaginario, sobre historias de concreto”Letra de la canción No tengo tiempo (de cambiar mi vida)
Una carrera musical muy breve
Rockdrigo solo alcanzó a grabar de forma independiente un casete: Hurbanistorias. El cual vendía después de los conciertos que daba en bares de la ciudad. En 1985, su carrera empezó a despegar y aparecía en periódicos, revistas, en la televisión y hasta en películas. Ese año, el grupo de rock El Tri hizo una versión de su canción más famosa, Metro Balderas.
Justo cuando estaba en negociaciones para producir un disco de forma profesional, falleció en el terremoto de 1985. Vivía en un edificio de la colonia Juárez que se desplomó.
Herencia musical de Rockdrigo
El sello musical Ediciones Pentagrama editó cuatro discos de Rockdrigo:
- Hurbanistorias.
- El profeta del nopal.
- Aventuras en el Defe.
- No estoy loco.
Su hija, Amanda Lalena Escalante Pimentel, es la cantante de cumbia Amandititita.
La estatua en su honor
El escultor jalisciense Alfredo López Casanova esculpió en bronce la estatua, tributo al rockero y esta fue develada en septiembre de 2011, justo en metro Balderas, donde se ubica la letra de su canción más famosa.
Al día de hoy, la música de Rockdrigo mantiene su vigencia, y sus fans siguen depositando flores en la estatua.
¡Larga vida al sacerdote rupestre que cantaba sobre el caos de la ciudad!