Arte y docencia, las pasiones de Paulina Solis, creadora de “Flor de Piña” y leyenda de la Guelaguetza

Maestra de profesión creó el baile “Flor de Piña” hace más de 60 años con el que dio a conocer al mundo al municipio tuxtepecano y se volvió un referente de las fiestas de la Guelaguetza en todo el mundo

La maestra Paulina Solís Ocampo nació en la ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, el 22 de junio de 1925. Tenía 33 años de edad cuando por encargo del gobierno municipal le pidieron creara un baile que le diera representatividad al pueblo cuenqueño en las fiestas de la Guelaguetza, debido a que sus primeras incursiones en los “Lunes del Cerro” Tuxtepec participaba con sones y vestimentas jarochas.

Aunque la autoría del baile ha sido la actividad que mayor reconocimiento le ha dado,  su otra vocación fue la docencia, misma que ejerció durante 40 años. 

Inició sus estudios primarios en la escuela Francisco I. Madero concluyéndolos en el Colegio Tuxtepec donde además se aficionó al piano. Y mostró desde muy pequeña una fuerte inclinación por las artes por lo que a temprana edad se inició en el aprendizaje de la música y el canto.

Cursó los estudios de secundaria en la ciudad de Oaxaca y la formación como maestra en educación primaria en la Escuela Normal Mixta Federalizada de la capital oaxaqueña; la especialidad en Pedagogía la realizó poco tiempo después en el Instituto Anglo Español de la Ciudad de México, de acuerdo a lo documentado por el historiador Tomás García, en su libreo “Tuxtepec ante la historia”.

También por muchos años fue la organista titular de la parroquia de tuxtepecana, donde combinaba su trabajo de maestra con el de impartir clases de piano a niños y jóvenes. Sus padres originarios de Tuxtepec fueron Francisco Solís Rodríguez y Rosa Ocampo Soto, vivió por cerca de 50 años en el municipio sotaventino, en las calles céntricas de la calle Libertad entre Nicolás Bravo y Mutualismo.

Además se desempeñó durante 15 años como maestra de grupo, 10 años como directora escolar y 25 años como supervisora. En 1953, se integró al grupo docente de la Escuela Secundaria Federal como maestra de Educación Artística. A lo largo de su vida profesional ha recibió las medallas “Rafael Ramírez” e “Ignacio Manuel Altamirano” por su desempeño magisterial.

Fue, también, fundadora y directora de la escuela primaria Apóstol de la Democracia en 1967, de la primera Telesecundaria en Tuxtepec en 1970 y del Centro de Educación Básica para Adultos en 1972.

Durante toda una vida estuvo dedicada a la enseñanza de las artes y poner su talento creativo en favor de muchas delegaciones representativas de Tuxtepec en La Guelaguetza.  Reclamó también que se respetará varias veces la coreografía original y no se desvirtuarán los pasos y movimientos que ella creó para dar paso al uso mercantil de su creación.

Entre las distinciones que recibió en su municipio natal, están la medalla “Víctor Bravo Ahuja” al mérito artístico en 1999 y el nombramiento como hija predilecta de Tuxtepec, en el 2012. Además, recibió el Laurel de Oro al Mérito Ramón Valdiosera Berman otorgado por un grupo de asociaciones civiles oaxaqueñas en el 2018, así como el premio “Ray Tico internacional” que otorga la comunidad artística costarricense a destacadas personalidades.

La maestra Paulina Solís Ocampo era la única creadora que se mantenía con vida de las coreografías que se bailan en la Guelaguetza desde hace más de 50 años. Falleció este domingo en la Ciudad de México a los 98 años de edad, desatando en el pueblo de Tuxtepec la tristeza y decenas de conmemoraciones en honor a su legado cultural.

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