¡Son las elecciones locales, estúpidos!

Con más y más frecuencia se escucha una afirmación que no es nada agradable para el Frente opositor: la clave de la contienda del 2024 será el Congreso.

Enrique Quintana / Coordenadas

Es célebre la frase de James Carville, asesor del candidato presidencial Bill Clinton en 1992, cuando dijo: “¡es la economía, estúpido!”, para recriminar a los estrategas de la campaña de Clinton por no poner el acento en lo esencial.

Hoy podríamos parafrasearlo. Pero déjeme darle algo de contexto.

Con más y más frecuencia escucho una afirmación que no es nada agradable para el Frente opositor: la clave de la contienda del 2024 será el Congreso.

Esto lo ha dicho desde el presidente López Obrador hasta varios de los críticos acérrimos de la 4T.

En la perspectiva del presidente de la República, la cual él ha explicado en diversas ocasiones, debe llamarse a votar por los candidatos a puestos legislativos para Morena, con objeto de permitir que la 4T pueda tener mayoría calificada en las dos cámaras y concretar reformas constitucionales.

Por contra, los opositores han señalado la relevancia de cambiar la correlación de fuerzas en el Poder Legislativo precisamente para evitar, en primera instancia, reformas constitucionales ya propuestas por Morena, pero de ser posible, incluso quitarles la mayoría absoluta para evitar reformas legales.

¿Cuál es el escenario más probable? ¿Lograrán Morena y aliados una composición del Congreso para sacar adelante reformas constitucionales o no alcanzarán ni siquiera el porcentaje de asientos necesario para conseguir la mayoría absoluta?

A diferencia de lo que sucede en la elección presidencial, o incluso en las elecciones para las gubernaturas, es muy complicado anticipar resultados en las elecciones legislativas.

La experiencia nos señala que no hay coincidencia entre el porcentaje de votos para el Legislativo respecto a los que se emiten para el Ejecutivo.

En 2018, el presidente López Obrador obtuvo el 53.2 por ciento de los votos totales para la Presidencia de la República, mientras que la votación conjunta para los diputados de Morena y aliados alcanzó el 45.9 por ciento, 7.3 puntos menos.

Para senadores, el porcentaje fue de 45.6 por ciento, ligeramente menor al de diputados.

Con todo y la marea de votos que obtuvo López Obrador, no logró obtener hace seis años la mayoría calificada en las dos Cámaras.

Si la obtuvieron en 2018 en la Cámara de Diputados fue como producto de una ‘ingeniería electoral’ entre Morena y aliados, que ya no será posible debido a lineamientos que el INE fijó desde el 2021.

¿Podría obtener Claudia Sheinbaum un porcentaje de votos superior al que obtuvo el presidente López Obrador como base para la mayoría calificada en las cámaras?

Parece muy distante que eso se pudiera producir. Pero no es imposible.

La candidata de Morena no tiene el carisma de AMLO. Pero lo que sí tiene es el respaldo de un gobierno del que careció López Obrador.

Algo que favoreció a López Obrador es que los dos principales partidos opositores, el PRI y el PAN, fueron separados a la elección y desarrollaron campañas en las cuales uno y otro se convirtieron en sus blancos preferidos.

En 2024 van a ir juntos, lo cual puede hacer más difícil para Morena obtener los porcentajes tan elevados que logró en el 2018.

Pero a favor del partido en el gobierno y sus candidatos está el hecho de que hoy competirán con el cobijo de toda una estructura de poder que no solo proviene del Poder Ejecutivo, sino de 22 gobernadores y un Jefe de Gobierno, además del respaldo popular que tiene AMLO.

Como se puede observar en este momento, es difícil predecir el resultado del Congreso.

Por eso es que, tanto del lado de Morena como de los opositores, el llamado a obtener votos por el Congreso es cada vez más intenso.

Tan relevante como fue la selección de las candidatas a la Presidencia de la República, así lo es hoy la selección de los candidatos al Legislativo.

Y, como la elección de los legisladores en realidad es un fenómeno local, lo será también la competencia por las alcaldías.

Las dos principales coaliciones políticas del país, así como Movimiento Ciudadano, van a tener que apuntar con precisión y no equivocarse en la selección de sus candidatos a legisladores y a alcaldes.

Probablemente en esas elecciones locales se juegue el futuro.

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