A los ya tres precandidatos a la Presidencia les ha caído, a cada uno, tornados alrededor de sus campañas políticas
Por: Francisco Licona/ Políticaaldía.com
Tal parece que el mejoramiento del país es lo que menos les interesa a los partidos y precandidatos al poder en México. Lo que les importa es destruir políticamente a sus adversarios.
Se les pasaría y hasta se les aplaudiría, si es que alguno de los tres precandidatos trajera bajo el brazo un buen Plan de Gobierno como para recomponer después los pedazos del rompecabezas que por obligación quedarán tirados y esparcidos por el piso, pero no, no creo que lo tengan y mucho menos sepan cómo abatir los problemas de inseguridad que han flagelado al país durante ya varios sexenios sin que nadie pueda al menos, dar con hechos, esperanzas de mejoramiento alguno.
Anteriores presidentes han probado casi de todo sin resultados. Unos meten al ejército a los cuarteles, otros los sacan, otros le han declarado la guerra a los delincuentes y otros los abrazan, pero la constante es que lo único que se pueden contar son los muertos por todos lados.
Es decir, hasta hoy todos los candidatos que han competido por la presidencia en los últimos años, han resultado expertos en el QUÉ está mal hecho, pero a todos les ha fallado el CÓMO arreglarlo para que este país avance con seguridad, paz, armonía y mejore el ingreso per cápita de los mexicanos y sobre todo mejore en la salud y la educación.
En eso, la mayoría, incluido el sexenio de la transformación, han fallado.
Así, de lo único que se puede hablar hasta hoy son los sufrimientos de cada uno de los nuevos aspirantes a gobernar el país.
En las últimas horas a los tres aspirantes se les han aparecido los duendes y de fea manera:
A Claudia Sheinbaum, la exdirectora de la extinguida NOTIMEX, Sanjuana Martínez, le apachurró la semana al dar a conocer una presunta solicitud de moches por el 20% sobre la liquidación que se le pagaría a los trabajadores de la agencia de noticias para su campaña política.
Pero a los opositores ni siquiera les había dado tiempo de alegrarse del bombazo a Claudia, cuando a Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, se le ocurrió cobrarle traiciones al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, sin pensar que eso le resultaría un terrible bumerán que le llenaría la cara a él y al PAN de lodo radiactivo, al grado que obligó a Xóchitl Gálvez a deslindarse de inmediato… pero el daño estaba hecho.
El cinismo de Marko Cortés le salió más que caro a él, a Xóchitl Gálvez y al PAN, donde el gobernador de Coahuila los dejó fuera de la Alianza en con el PRI, PRD y el partido político local. Ahí, con toda seguridad, la Coalición “Fuerza y Corazón por México” perderá fuerza para contener las mayorías calificadas en los Congresos.
Pero eso no fue todo. En la tómbola de trancazos a los aspirantes presidenciales, el recién destapado precandidato del Movimiento Ciudadano más tardó en asomar la cabeza como precandidato, que Enrique Alfaro, el gobernador cacique de Jalisco, le sacó los dientes de una patada y lo desconoció.
Hoy el MC está fracturado y a punto de perder un triunfo que creían seguro en Jalisco.
Así de tremendas son las angustias por las que están pasando Claudia, Xóchitl y Jorge Álvarez.
Aún así, lo interesante será ver cómo libran cada uno su respectivo tsunami.
@frlicona
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