Futbol y debates.

Carpe Diem // Manolo Victorio

La frase del filósofo de Güemez es traje a la medida de lo que ocurrió este fin de semana en este país convulso, revuelto y enconado socialmente.
Lo único serio en México es la lucha libre, habría dicho el ácido humorista político. Es cierto.
Fue un domingo para el olvido, soporifero. Cuatro horas tiradas por la borda del aburrimiento televisivo.
A toro pasado, diríase que lo más emocionante fueron los seis minutos de agonía que vivió la afición cementera en el tiempo agregado que concedió el árbitro en la semifinal Cruz Azul-Monterrey.
Quienes nos decantamos con esta vocación por el suicidio social y el sufrimiento permanente, ilusionistas en bancarrota, pesimistas activos cómo nos autodefinimos los cruzazulinos, pasar de panzazo y gracias a los yerros del rival, es una descarga de adrenalina y cortisol que nos regala cada partido el Cruz Azul.
Por eso cuando inició el debate, el tercero y último de la trinca que quiere heredar la silla de Andrés Manuel, ya habíamos vivido los picos de paroxismo que incluyó jalones de cabello, atajadas al aire en la sala, mentadas de madre, jabs y ganchos volados a la pantalla del televisor en rounds de sombra (puras fintas, nada de estrellar el puño en la pantalla por qué no hay pendejo que coma lumbre, dice mi progenitora), sorbos larguísimos al vaso de cerveza y atracones de cacahuates para pasar el momento de sufrimiento; así que las lecturas al telepromter que hizo Xóchitl, la sonrisa perpetua de Maynez y la coleta inamovible de Sheinbaum (¿usará Moco de Gorila?), ya no nos emocionaron.
Fue un espectáculo para el olvido. No se movió nada en el tablero de ajedrez.
El pleito verbal del postdebate estuvo mejor entre el perredista Guadalupe Acosta Naranjo y el morenista Mario Delgado Carrillo.
El perredista dijo que tiene la bitácora donde consta que Mario Carrillo se subió a un avión privado, propiedad del fallecido Sergio Carmona, a quien Xóchitl Gálvez acusó de ser el huachicolero financista de las campañas de Morena.
El dirigente de Morena dijo que no se ha subido a un avión privado en diez años.
Nada nuevo bajo el sol mediático. Xóchitl Gálvez lanzando volados erráticos cómo El Vaquero Navarrete y Claudia Sheinbaum danzando sobre el cuadrilátero como Mayweather.
Maynez tomando mucho líquido llamó la atención de los camarógrafos del debate. Tomas abiertas que exhibieron la impotencia de Xóchitl quien volteaba a ver a Sheinbaum cada vez que le lanzaba una acusación y se topaba con un lacónico y escuetísimo ‘si tiene pruebas, que denuncie’.
La única interpretación hermenautica pendiente es la connotación que hizo Claudia Sheinbaum de las novelas de Ray Bradbury, ‘Fahreheit 451’, los grados que alcanza el papel antes de arder y ‘Cronicas marcianas’.
Quizá quiso dejar en claro la morenista que su contrincante no lee lo suficiente y que sus acusaciones quizá tengan validez respecto a la corrupción en la cuatrote, en otra galaxia, ante jueces reptilianos, nórdicos, felinos, insectoides o cthulhus. Habrá que esperar a la invasión de los mundos.
La elección está a la vuelta de la esquina. Los dichos, hechos, marchas, libros flamígeros y acusaciones al aire, difícilmente cambiarán el sentido del voto .
Las coaliciones irán por su voto duro, más la reserva que le logren pellizar a la gorda barra de los indecisos o huérfanos electorales y Movimiento Ciudadano a cuidar sus 500 millones de pesos anuales (Maynez Dixit).
Los debates, más previsibles que las telenovelas de Televisa donde la niña desarrapada que vive en los cinturones de miseria se casa con el principe millonario y viven felices para siempre, han quedado atrás, en el archivo del olvido, igual que el sufrimiento de millones de hinchas del Cruz Azul que preparan sus almas para otro nuevo viacrucis de tiempos extras y cruzazuleadas de antología que alimenten la inquebrantable fe para el próximo torneo.
El consuelo de tontos es que los torneos del fútbol mexicano son más cortos que los romances de Jennifer López; lo malo es que los culebrones del otro López duran seis años, a menos que la villana vestida de rosa se quede con el rol estelar de esta película chicha.
… de otro costal.
Los agentes de tránsito fue el tema troncal de los candidatos y candidata a la diputación local número 20 con cabecera en Orizaba. Todos los candidatos señalaron como una franja de terror las divisiones territoriales de Orizaba, Fortín de las flores, Ixtaczoquitlán y Santa Ana Atzacan.
Es un pánico diario circular por este corredor industrial y agricola dónde las amenazas latentes son los criminales que asaltan en la atascos producidos por la remodelación del puente Metlac o los agentes de tránsito que paran a los automovilistas y traileros hasta porque una araña va pegada al parabrisas.
Remenber Yanga.
No le jueguen ya al abusador. La gente está cansada.
Por cierto, los trabajadores de los parquímetros de la Pluviosilla no descansan ni en domingo.
Y es que el horario de lunes a domingo es de 08:00 horas a 21:00 horas.
La recaudación es buena. La ciudad está transformada y ya vive del turismo, pero como dijo un yucateco al bajar del teleférico: todo exceso es mucho, viendo hacia el palacio municipal donde despacha Juan Manuel Diez Francos.
columnacarpediem@gmail.com

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