- Descubre la controvertida relación entre el Cártel de Sinaloa y las administraciones anteriores en México. Un análisis de poder, corrupción y alianzas clave.
Por Pamela Navarro Flores
La relación entre el Cártel de Sinaloa y el gobierno mexicano en administraciones anteriores
La historia del narcotráfico en México está profundamente marcada por la figura del Cártel de Sinaloa, uno de los grupos delictivos más poderosos y temidos en todo el mundo. Sin embargo, lo que ha desconcertado a muchos durante décadas es la presunta relación de este cártel con administraciones anteriores del gobierno mexicano. Esta conexión ha sido motivo de especulación, denuncias y teorías que apuntan a una relación simbiótica donde el poder político y el crimen organizado se entrelazaron en complejos acuerdos.
Los inicios: Cártel de Sinaloa en los 90
Durante los años 90, bajo el mandato del presidente Carlos Salinas de Gortari, el narcotráfico comenzó a ganar fuerza en México. Aunque en ese momento no se hablaba abiertamente de la existencia de una relación directa entre el Cártel de Sinaloa y el gobierno, las evidencias de colusión comenzaron a surgir. Documentos desclasificados por agencias internacionales apuntan a que miembros clave del cártel pudieron operar con cierto nivel de protección de las autoridades.
Los primeros indicios de vínculos entre el gobierno y el cártel se dieron a conocer cuando varios narcotraficantes de alto rango lograron escapar de la justicia de manera misteriosa, lo que levantó sospechas sobre una posible complicidad. La opacidad y falta de acción por parte del gobierno mexicano en ese entonces dejó muchas preguntas sin respuesta.
Fox y Calderón: La guerra fallida contra el narco
Con la llegada de Vicente Fox a la presidencia en el año 2000, se prometió un combate frontal contra los cárteles de la droga, incluido el Cártel de Sinaloa. No obstante, durante su administración se criticó la falta de resultados concretos. En 2001, Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel, se escapó de una prisión de máxima seguridad, lo que encendió aún más las sospechas de que Fox no estaba dispuesto a confrontar al grupo de Sinaloa.
Durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), el gobierno declaró la famosa “guerra contra el narcotráfico”. Sin embargo, esta estrategia fue ampliamente criticada por su ineficacia, ya que no solo incrementó la violencia, sino que también reforzó la percepción de que el Cártel de Sinaloa se beneficiaba de la debilidad del gobierno en comparación con otros grupos criminales. Algunas investigaciones señalaron que el gobierno mexicano concentraba sus esfuerzos en debilitar a cárteles rivales, lo que permitió a Sinaloa crecer y consolidarse.
Peña Nieto: Escándalos y complicidad
El sexenio de Enrique Peña Nieto estuvo marcado por grandes escándalos de corrupción, y el tema del narcotráfico no fue la excepción. Aunque al principio de su mandato intentó tomar distancia del enfoque militarizado de su predecesor, los vínculos entre su administración y el Cártel de Sinaloa siguieron saliendo a la luz. En 2016, El Chapo Guzmán fue capturado tras una segunda fuga cinematográfica, pero su eventual extradición a Estados Unidos dejó en evidencia la incapacidad del gobierno mexicano para manejar el poder del Cártel de Sinaloa.
Uno de los momentos más críticos fue la revelación de que altos funcionarios del gobierno mexicano habían sido acusados de colaborar directamente con cárteles de droga, entre ellos el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien fue arrestado en Estados Unidos bajo cargos de aceptar sobornos para proteger al Cártel de Sinaloa.
La relación entre el Cártel y el poder político
Lo que queda claro en esta historia es que el poder del Cártel de Sinaloa no se basa solo en la violencia, sino también en su capacidad para forjar alianzas estratégicas con figuras políticas. Este grupo criminal ha demostrado ser maestro en navegar la corrupción y utilizar sus recursos para garantizar su supervivencia y expansión.
La conexión entre el cártel y administraciones anteriores de México refleja cómo las instituciones del país han sido vulnerables a la corrupción. Las administraciones de Fox, Calderón y Peña Nieto han sido señaladas por su manejo deficiente de la seguridad pública, así como por la falta de transparencia en sus relaciones con grupos criminales.
¿Qué queda para el futuro?
A pesar de los esfuerzos por combatir el narcotráfico, la relación entre el Cártel de Sinaloa y el gobierno mexicano sigue siendo un tema central en el análisis del crimen organizado en el país. La lucha contra este cártel, y otros, requiere no solo una estrategia de seguridad más eficiente, sino también un compromiso real para erradicar la corrupción que ha permitido su florecimiento durante décadas.