Traición de Pemex a Tabasco

Revela Auditoría Superior de la Federación que no se aplicaron 301 mdp en comunidades afectadas por la actividad petrolera del Campo Quesqui en Huimanguillo.

El Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA), creado para mitigar los impactos de las operaciones de Pemex en comunidades vulnerables, suena en Tabasco como una cruel ironía y una traición de la petrolera y sus contratistas hacia las comunidades afectadas por la actividad industrial.

El PACMA es un programa creado en el 2017 basado en el Artículo cuarto de la Ley de Pemex, con la finalidad de apoyar a las comunidades y resarcir los daños. Se financía con aportaciones de los proveedores o contratistas, que son del dos por ciento del monto de la obra, si esta es de 5 mil mdp o menos, pero si es más grande, el porcentaje adicional es del uno por ciento.

Los recursos del PACMA no llegan al gobierno federal, sino que Pemex entrega los oficios a los contratistas donde se indica el costo, la ubicación y el cronograma de las obras y acciones que debe realizar.

REALIDAD EN COMUNIDADES

Pero la realidad es otra en Tabasco, pues en su segundo Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2023, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala que en el Campo Quesqui, en Huimanguillo, donde la actividad petrolera ruge día y noche el PACMA nunca aterrizó.

Los contratos asignados a las empresas Servicios Integrales GSM y Dowell Schlumberger contemplaban destinar recursos a esta iniciativa, pero según la ASF, los 301 mdp que debían canalizarse para infraestructura social y ambiental jamás llegaron a las comunidades.

Cabe señalar que en su revisión de la Cuenta Pública 2023, el órgano fiscalizador reclamó la aclaración de más de 8 mil millones de pesos, de los cuales el 60 por ciento corresponde a Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial, y otras subsidiarias.

NOS DESTRUYEN LA VIDA

Habitantes de comunidades como El Suspiro, Paso de la Mina, La Esperanza, Tierra Colorada, Pico de Oro, entre otras, acusan que viven entre el abandono y la decepción de Pemex y las empresas proveedoras o contratistas. Afirman que en la zona del Campo Quesqui los caminos están destrozados por el tránsito de camiones pesados; el aire está viciado y el agua, vital para estas comunidades rurales, es cada vez más escasa y de peor calidad.

“Pemex vino a destruirnos la vida, pero aquí no vemos ni un peso de esos millones de los que hablan”, lamentan pobladores de la zona.

Pemex: millones desaparecidos y cuentas sin aclarar

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) levantó una bandera roja sobre las finanzas de las empresas productivas del Estado, con Pemex a la cabeza. En su revisión de la Cuenta Pública 2023, el órgano fiscalizador reclamó la aclaración de más de 8 mil mdp, de los cuales el 60 por ciento corresponde a Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial, y otras subsidiarias.

OPACIDAD INQUIETANTE

David Colmenares, titular de la ASF, señaló que Pemex ha mantenido una opacidad inquietante en sus informes de gasto, pese a las constantes auditorías y recomendaciones.

La cifra observada, que es parte de un total de 8,208.8 millones de pesos, revela que la estructura de control interno en Pemex es tan permisiva que apenas puede justificar la mitad de sus gastos.

Los hallazgos de la ASF, desglosados en 678 auditorías, muestran un patrón de alarma de descontrol y sobrecostos en áreas estratégicas.

En un país donde cada peso cuenta, la ASF exige que Pemex y otras empresas del Estado expliquen con documentos, por qué sus gastos superan los montos aprobados. La fiscalización permite un plazo para que las entidades presenten comprobaciones, pero para Pemex, el peso de la duda parece no disiparse.

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