La desaparición de los entes reguladores autónomos abonará al fortalecimiento de las empresas públicas, pero podría derivar en un trato diferenciado de los competidores privados, opinan.
De acuerdo con analistas del sector, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya no competirán como iguales con sus pares, pues su nuevo régimen de empresas de carácter social y la reincorporación de los reguladores del sector (la Comisión Nacional de Hidrocarburos -CNH- y la Comisión Reguladora de Energía -CRE-) a la Secretaría de Energía, ya enviada por los diputados al Senado para su ratificación, les dan una preponderancia que puede dejar en desventaja al resto de empresas del sector en México.
Para Marcial Díaz, de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE), desde hace varios años de la pasada administración estos reguladores ya no ejercían sus funciones de dar piso parejo a todos los actores, en un mercado con piso parejo que permitiera la competencia, así que ahora corresponde cumplir y adaptarse a los privados ante este nuevo giro total de paradigma.
“La diferencia es que ya no serán regulados sino usuarios de los servicios de la Sener, va a tomar tiempo, una transitoriedad de unos 180 días después de que haya leyes claras”, dijo, “pero las empresas no quedan a la deriva, siguen obligados a cumplir o serán sancionados, no hay que olvidarlo”.
A decir de Víctor Hugo Juárez Cuevas, director general de la consultora Edge Innovation, como parte de quien dicta la política energética y tiene la obligación explícita de fortalecer a las empresas nacionales de carácter social, se puede privilegiar a las empresas estatales en contra de competidores internacionales en lo que hace a la prevalencia en el mercado de productos, franquicias, temporadas abiertas en el caso de petrolíferos y de generación, cogeneración y porteo de suministro eléctrico.
“Al dejar de ser Pemex y la CFE competidores dentro del mercado energético nacional, ambos dejan de tener la figura de regulados para la Comisión Reguladora de Energía, de tal manera, que al trasladarse a la Sener, las decisiones que se lleven a cabo en materia de permisos de comercialización, distribución, almacenamiento, transporte y estaciones de servicio (downstream) no necesariamente podrán dejar de lado el interés que marque el Estado para privilegiar la participación de mercado a través de las franquicias en estaciones de servicio, algo que ya se venía observando en los últimos permisos otorgados por la CRE”, dijo.
Por otro lado, se genera incertidumbre sobre cuáles serán los criterios que las autoridades determinarán para los permisos que ya fueron otorgados, la certeza en la inversión del sector para que se puedan definir las nuevas reglas, la desaparición de las llamadas estaciones de servicio de banderas blancas, al buscar la reducción de importación de petrolíferos genéricos o sin marca, cómo enfrentar las revisiones de gabinete y en domicilio que llevará a cabo la autoridad, qué pasará con los permisos que están en trámite y si existen laudos pendientes en el poder judicial que conlleven resoluciones sobre un organismo que ya está extinto.
De acuerdo con Víctor Hugo Juárez Cuevas, director general de la consultora Edge Innovation, hay un potencial conflicto de interés en una autoridad que regula al sector energético, pero también formula la política pública para fortalecer a las empresas públicas.