Prof. Otilio Montaño…

Antes de morir dicta un testamento en el que afirma: “Voy a morir, no cabe duda, pero ahí donde se hace la justicia, ahí los espero tarde o temprano”. Se resiste a morir de espaldas pero lo fuerzan. Abre los brazos y declara, “en nombre de Dios muero inocente”.

Otilio Montaño ¿Traidor o Compadre de Zapata? de Luis Huerta-Rosas

18 de Mayo, aniversario luctuoso de Otilio Montaño. Nacido en 1887, en Villa de Ayala, Morelos, llegaría a la familia Montaño Sánchez el pequeño Otilio Edmundo quien, desde temprana edad, habría de distinguirse de sus hermanos. Luis Montaño, uno de ellos, compartiría más tarde la razón principal por la que Otilio se dedicaría a las letras y no, propiamente, a la actividad familiar: “[…] mis hermanos cultivamos junto con mi padre nuestro campo, excepto Otilio que no le gustaba la agricultura y él quizo [sic] estudiar para maestro: ‘sólo a ustedes les gusta andar siempre cagados de vaca’, nos decía” .

En marzo de 1911, poco después de que Torres Burgos se entrevistara con Francisco I. Madero en Texas para ser nombrado el líder del movimiento en Morelos y planeando junto con Zapata la toma de Villa de Ayala, el compromiso de Montaño con los suyos se hizo manifiesto:

Torres Burgos leyó ante el pueblo reunido en Asamblea el Plan de San Luis. En medio del alboroto se escuchó una consigna que expresó el sentir y pensar de los hombres y mujeres del campo: «Abajo las haciendas, vivan los pueblos», pronunciada por el maestro rural Otilio Montaño .

Nacían los zapatistas y el sur se sumaba al ideal de la Revolución Mexicana.Montaño sería uno de los primeros intelectuales que ayudarían a conformar el pensamiento del Ejército Libertador del Sur, cuyas bases quedarían asentadas en el Plan de Ayala, firmado el 28 de noviembre de 1911 en Ayoxuxtla, Puebla, con la participación de siete generales, diecisiete coroneles, treinta y cuatro capitanes y un teniente del ejército zapatista, constituidos en Junta Revolucionaria del Estado de Morelos.

La presente investigación cuestiona la drástica transformación en la relación amistosa y política que mantuvo Otilio Montaño con Emiliano Zapata. Por ello, resulta necesario examinar qué ocurrió durante sus años de amistad (1911-1917), esto, para consolidar respuestas en razón a la postura tomada por Zapata al permitir la ejecución del profesor Otilio, en ese entonces su compadre y amigo, al cual, también nombró “representante en negociaciones importantes” y encargó la redacción del Plan de Ayala. Así, el propósito primordial de esta obra pretende explicar las causas del fusilamiento de Otilio Montaño, ampliar una discusión sobre su supuesta traición a Zapata, además de mostrar la participación de otros actores de la época en dichos acontecimientos.

La importancia de estudiar el deceso del profesor Montaño radica en que su caso permite comprender con mayor detalle el último periodo del zapatismo, lleno de deserciones, intrigas y traiciones, su muerte se insertó en el momento en el cual el levantamiento declinaba. Una de las principales características de esta etapa consistió en el antagonismo surgido entre los propios revolucionarios del Ejército Libertador del Sur y Centro; en esta vorágine de desunión quedaron en bandos opuestos, por ti, el profesor Montaño, y por el otro, Antonio Díaz Soto y Gama junto con Manuel Palafox. Esta investigación parte de dos hipótesis. La primera es que el grupo representado por Soto y Gama pretendía monopolizar el poder del Cuartel General para conducir la lucha acorde con sus ideas anarcosindicalistas, y veía en Montaño una amenaza por su grado de influencia con Zapata ‘y su propensión conciliadora. La segunda hipótesis consiste en que el juicio de Otilio Montaño no siguió el debido proceso.( con notas del libro y fragmentos de la reseña de Alan Sánchez Cruz en el Evangelista Mexicano).

Deja un comentario