VICENTE LUNA HERNÁNDEZ
Para todos aquellos que apuestan a Expresión Democrática
Más allá del significado académico de la palabra “Política” la realidad es que – tal parece – que cada proceso electoral es un concurso “quien es más cínico y más mentiroso”, “quien tiene más negros antecedentes en el servicio público” “quien hace gala de contar con más recursos económicos aunque provengan de manera ilegal”, ¿en manos de quienes quedará el poder político a este ritmo? ¿Degradar la política es lo de hoy? ¿Que sanción ciudadana tienen los responsables?
En los últimos procesos electorales la moda es lanzar una serie de acusaciones a diestra y siniestra contra los adversarios políticos tanto internos como externos, dirán algunos que siempre ha sido lo mismo pero la pregunta es: ¿acaso la transformación y la revolución de las conciencias que sacude al país – cada quien la calificara de acuerdo a sus intereses – no abarca dignificar la política? ¿Dónde quedan los ciudadanos ante tantas mentiras? ¿Acaso se preguntan los ciudadanos de donde sale tanto dinero para la promoción personal de ciertos aspirantes? ¿Qué pasa con las acusaciones públicas o las denuncia presentadas después del proceso electoral?
No comparto la idea que la política es sucia, que la política son solo intereses inconfesables, cuando se está ante quien consideran un mentiroso se le suele señalar de político, ¿por qué se denigra la palabra política? ¿Acaso no es la hora en Veracruz de elevar el debate en los procesos electorales? ¿Acaso no es tiempo que los ciudadanos asuman su papel como eje rector de un proceso electoral? ¿Por qué quejarse de la política si se lleva al poder a “malos políticos”? las cosas como son: solo hay políticos profesionales y políticos indeseables y todo ciudadano al aspirar ejercer un cargo público, al buscar el poder en pos de organizar una sociedad o buscar mejorar la calidad de vida de un determino grupo social es un político… y nadie debe ofenderse.
Elevar el debate es presentar propuestas viables para aplicarlas dentro de un plan de gobierno, elevar el debate es mostrar respeto al adversario aunque no se coincida con su proyecto ni con su persona, elevar el debates es conducirse con decencia y respeto a la sociedad en general, elevar el debate es dejar la soberbia y las “payasadas” para sus fiestas particulares, ¿que esperan los ciudadanos de los políticos?
No se trata de ser un erudito en la materia, se trata de conducirse con estricto apego a la constitución y a las leyes que de ella emanan, no se trata de tener doctorado y maestrías en las prestigiosas universidades del país y del mundo, ¿dónde estudiaron históricos políticos como Lázaro Cárdenas, Lech Walesa o Pepe Mujica? ¿Por qué tienen un lugar de privilegio en la historia de sus países y de manera universal? ¿Acaso hoy se trata de robar la mayor cantidad de dinero para ser recordado por el pueblo?
La finalidad de estas líneas es poner en la mesa de debates el comportamiento público de los aspirantes, exhibir mañana sus incongruencias durante el proceso electoral y que las mismas tengan un costo social, que los futuros votantes el próximo 1 de Junio asuman el derecho divino de elegir a las y los mejores candidatos en sus respectivos municipios ¿Quién dice que no se puede?
En las pláticas de café o en los debates entre grupos sociales, hay que dejar en claro que la política no es sinónimo de corrupción ni de mentiras al por mayor, ¿acaso quien sea más corrupto o más mentiroso va en “caballo de hacienda” a la silla municipal? Es cierto, no queremos a “Santo” ni a “Blue Demon” en el poder pero tampoco una bola de servidores públicos con “licencia para robar” durante 4 años, no queremos políticos que se sientan dueños de sus territorios sin contrapeso alguno para ejercer su periodo constitucional, ¿que la corrupción existe en todos lados? Si esa máxima es cierta, ¿por qué hay Estados más prósperos que Veracruz a pesar de tener tantas riquezas naturales?
Sea cual sea el partido en el poder federal, estatal o municipal, sea una mujer o un hombre, Veracruz y México no debe acostumbrarse a la corrupción y a la mentira como forma de gobierno, el poder utiliza la fuerza del Estado, los recursos económicos del Estado y por lo consiguiente de todos los mexicanos para manipular una realidad social que les lastima como gobernantes pero lastima más a la sociedad, acostumbrarse a ese fatal fantasma es dejar de sentir indignación, es ponerse una venda en los ojos y caminar a tientas, acostumbrarse es llevar al poder al Santo que se convertirá en Blue Demon y nos pondrá la soga en el cuello, la verdadera transformación es dignificar la política – desde cualquier trinchera y desde cualquier partido político – y por todos los medios legales para un mejor municipio, un mejor Estado y un mejor país y en esta noble labor…quien detenta el poder debe ser el principal impulsor y la oposición estar a la altura de las exigencias ciudadanas a la hora de postular candidatas y candidatos, ¿quién dice que no se puede?
P.D Con el ánimo que las ocurrencias, mentiras e incongruencias en el actuar político tenga un costo en las urnas para todos aquellos que presumen su popularidad a base de dinero…Escribiré otro día.
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