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Por Vicente Luna Hernández
El Estado de Querétaro se convirtió en el primero del país en establecer una medida gubernamental, que posteriormente se convertirá en ley, para prohibir el uso de teléfonos celulares en escuelas de nivel básico y medio superior, tanto en instituciones públicas como privadas. Esta disposición entró en vigor el pasado jueves 20 de febrero del año en curso. ¿Se necesitan maestros o celulares en Veracruz?
Es una realidad, que debe ser reconocida y atendida por autoridades, maestros y padres de familia, que el uso excesivo del teléfono celular afecta de manera grave la salud mental de niñas, niños y adolescentes. Quienes caen en el uso excesivo del celular pueden estar en todos lados menos en las aulas o el patio de sus escuelas; pueden tener enfrente a sus maestros, pero no los ven ni los oyen. ¿Quiénes son los verdaderos responsables?
En Querétaro, la disposición oficial establece que los teléfonos celulares solo se permitirán para fines educativos indicados por los profesores o en emergencias personales. Además, se brindarán asesorías a padres de familia y comunidades sobre el uso seguro y responsable de la tecnología.
Hay un refrán que dice: “A grandes males, grandes remedios”. La libertad en el uso del celular entre niños y adolescentes ha caído en un “libertinaje celulítico” que provoca ansiedad, depresión, aislamiento social y problemas emocionales graves, al no saber manejar, asimilar y procesar la información que reciben en sus dispositivos. Esto afecta su desarrollo escolar y su convivencia social. ¿Habrá algún grupo social que se oponga a regular el uso del celular en las escuelas?
En los tiempos actuales, las y los maestros no tienen la autoridad que tenían en el pasado. Enfrentar la ira y molestia de madres y padres por ejercer su autoridad dentro de un aula ha sido y es un tema difícil de procesar. Dignificar al magisterio es una tarea pendiente, pero los primeros que deben hacerlo son los propios maestros en su desempeño y en la toma de decisiones en beneficio del estudiante. ¿Quiénes son los primeros responsables en el cuidado y educación dentro de una escuela?
Es necesario que cada grupo social cumpla su responsabilidad. “No esperen los maestros que los padres hagan sus tareas, pero tampoco los padres deben esperar que los maestros hagan la suya”. ¿Qué parte no queda clara?
En Querétaro, la norma establece que en todas las escuelas de educación primaria, secundaria y bachillerato, los alumnos deben dejar sus teléfonos celulares antes de ingresar a clases. Con este tipo de acciones, se busca fomentar una mejor convivencia escolar y un mayor enfoque en los estudios. ¿Qué se necesita dentro de un salón de clases? ¿Una maestra o maestro responsable o un celular encendido?
Más allá de las molestias que pueda causar esta medida, hay que valorar la salud mental de niñas, niños y adolescentes. Se trata de un tema de interés público. “El objetivo es generar conciencia sobre las afectaciones psicológicas y sociales que puede tener el uso constante de celulares y los contenidos en redes sociales”. Esta es la premisa principal en la decisión del Gobernador de Querétaro, quien, por cierto, es veracruzano.
El cuidado de la salud física y mental de los estudiantes es una tarea de todos: gobierno, magisterio y madres y padres de familia. ¿Habrá alguien en contra de esta disposición oficial?
Se acude a una institución educativa a aprender y a interactuar con los compañeros. El uso excesivo de los celulares en los centros escolares impide la sana convivencia entre alumnos y afecta el desarrollo educativo al provocar distracciones que dificultan el aprendizaje. Es momento de que el poder legislativo y el poder ejecutivo en Veracruz tomen cartas en el asunto e impulsen acciones legales que atiendan la salud mental de niñas, niños y adolescentes, alineadas con marcos legales nacionales e internacionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Constitución de México y la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. ¿Será que mañana esta disposición llegue también a las aulas universitarias?
P.D. Con el ánimo de que la suma de amor que tienen para dar: clase gobernante, magisterio y madres y padres de familia, sea suficiente para cuidar a niñas, niños y adolescentes.