Fanny Yépez//La Columna
La Universidad Veracruzana, otrora símbolo y Luz de la autonomía académica y compromiso público, atraviesa hoy un episodio que amenaza con manchar irremediablemente el poco prestigio institucional que le queda. La solicitud de prórroga del actual rector, Martín Aguilar Sánchez, no solo rompe con la tradición universitaria, sino que ha desafiado los principios legales y éticos que deberían regir toda casa de estudios superiores. Se trata de un intento inédito (y profundamente cuestionable) de extender su mandato mediante una disposición legal ambigua, nunca antes aplicada en la historia moderna de la UV.
No es un asunto menor. La controversia ha escalado a nivel nacional, hasta provocar la renuncia de una integrante de la Junta de Gobierno, la Dra. María Angélica Buendía Espinosa (de la UAM-Xochimilco) órgano encargado de decidir sobre esta petición. Las razones que aduce son gravísimas: presiones, amenazas, coacción. Si eso no enciende las alarmas éticas dentro y fuera de la universidad, ¿qué lo hará? Estamos ante un escenario que, más allá de lo jurídico, refleja un deterioro institucional preocupante.
El rechazo a esta maniobra no se ha hecho esperar. Dos cartas firmadas por la ex rectora y los dos ex rectores de la era autónoma de la UV, figuras que han encarnado los valores y la dirección de la institución en décadas recientes, advierten con contundencia que lo solicitado por Aguilar Sánchez carece de sustento legal y vulnera el espíritu de la autonomía universitaria. No es una opinión marginal: es la voz de quienes han conocido y defendido desde dentro la complejidad de esa responsabilidad.
A ello se sumó el pronunciamiento de juristas que, sin titubeos, consideran la prórroga como jurídicamente improcedente. El marco legal universitario, afirman, no contempla una extensión automática del mandato sin una nueva convocatoria ni sin el debido proceso. Y todavía más: ex miembros de la Junta de Gobierno han alzado la voz en una carta pública, señalando que este intento erosiona la legitimidad del órgano y mina la confianza de la comunidad universitaria y de la sociedad a la que la institución educativa se debe.
Hoy, la Junta de Gobierno no solo tiene en sus manos una decisión administrativa. Lo que está en juego es mucho más profundo: el respeto por la ley, la integridad del proceso universitario y la credibilidad de sus propios actos. Ceder ante presiones internas o cálculos políticos sería avalar una deriva autoritaria que podría normalizar lo inaceptable.
No se trata de personas, se trata de principios. Lo que hoy se permite bajo el pretexto de una “interpretación jurídica”, mañana puede ser la puerta abierta a la captura de las instituciones universitarias por intereses ajenos a su misión y ojo, ya hay quienes han lanzado esos preocupantes mensajes, disfrazados de apoyo a la institución.
La UV y el pueblo veracruzano merece otra cosa definitivamente. Merece legalidad, transparencia y altura de miras. Y si la Junta de Gobierno decide ignorar el llamado de su comunidad generando un vacío, entonces quedará claro que no ha estado a la altura del momento histórico que le tocó enfrentar. Y recordemos uno de los principios fundamentales que rigen a la vida política de las instituciones: nunca habrá espacios vacíos. Faltará ver quién llene el o los espacios que la Junta de Gobierno de la UV ha abierto.
Siguen contando votos para las elecciones del poder judicial del Estado
Hasta las 17:00 horas de este domingo el conteo de votos para las elecciones correspondientes al Tribunal Superior de Justicia lleva un 30 por ciento de avance, de acuerdo con el corte informativo de este 15 de junio.
De acuerdo a una nota publicada por la Jornada Online, dichos escrutinios forman parte del proceso de cómputo de las elecciones para el Poder Judicial del Estado de Veracruz, que se llevaron a cabo el pasado 1° de junio.
“A este corte tenemos ya realizadas mil 658 actas de escrutinio y cómputo, que han sido generadas en estos 27 Consejos Municipales, lo cual representa el 30.38 por ciento de la elección de Magistradas y Magistrados”, indicó la Consejera Presidenta del OPLE Veracruz, Alicia Delgadillo Morales.
Señaló que algunos de los municipios que mayor avance presentan actualmente son Perote, Huatusco, Misantla, Santiago Tuxtla y Minatitlán, en estos municipios registran un progreso entre un 58% y 65% en el conteo de votos.
Importante es la información que este domingo circuló y que deberán tomar en consideración los participantes en ese proceso y no se desgasten de más. A ver…
Un juez electo en Poza Rica, Veracruz, se encuentra en prisión preventiva por abuso sexual a una adolescente, por lo que el Instituto Nacional Electoral (INE) está a la espera de información de las autoridades correspondientes para, en su caso, retirarle el triunfo.
Se trata de Héctor Ulises Orduña, que ganó como juez mixto en el distrito 2 del estado de Veracruz.
El proyecto de la 8 de 8 contra la violencia establece que ningún perfil en estos supuestos puede ocupar un cargo público, sin embargo, en este caso aún no hay sentencia, por lo que el INE está en espera de la respuesta de las autoridades correspondientes.
Mientras tanto los responsables de ese conteo han pensado la implementación de más personal en la captura del conteo para acelerar el avance de los cómputos de dichas elecciones.
Aunque no es el caso del estado de Veracruz, el Instituto Nacional Electoral Casillas llamadas “zapato”.
Además. se propone anular algunas casillas llamadas «zapato» y hay consejerías que no van a dejar de lado el tema de los resultados iguales a los de los acordeones.
Casillas zapato: ¿Qué son y qué papel juegan en las elecciones?
En la pasada jornada electoral, algunas de las sábanas de resultados de las casillas pintaron un cuadro revelador: un solo candidato, partido o coalición se llevó el 100% de los votos o una mayoría abrumadora. Estas son las casillas zapato, un término que describe las urnas donde el desequilibrio en la distribución de votos es notable. Son hechas al calce, a la justa medida de quien las requiere.
Las casillas zapato son un fenómeno que revela votaciones atípicas, donde los resultados en una elección parecen favorecer a una única opción partidista. Es como si se tratara de un mero trámite en el que se rellenan las urnas con todas las boletas marcadas solo para una candidatura.
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