Por Uzziel Ortega
Organismos internacionales como la OCDE, el Programa de la ONU para el Desarrollo y el Foro Económico Mundial, señalaron que la pandemia ampliará las brechas de desigualdad en el aprendizaje entre estudiantes que provienen de contextos de mayor vulnerabilidad y quienes no, puesto que los de contextos socioeconómicos pobres sufrirán más y tendrán un mayor riesgo de vivir con consecuencias a largo plazo en sus logros de aprendizaje y en última instancia, oportunidades.
30 millones 466 mil estudiantes de educación obligatoria, regresan a clases desde casa, a través de labores escolares a distancia en un esquema televisivo y en línea por el programa Aprende en Casa II.
Además, deberán mantener comunicación y contacto con sus profesores por teléfono o redes sociales, descargar materiales educativos a través de las plataformas de la SEP y entregar tareas y evaluaciones vía correo o por WhatsApp.
En promedio, 80% de estudiantes ricos y 45% de los alumnos de clase media en educación primaria tienen computadora e internet en casa; en contraste con menos de 5% de los estudiantes pobres y menos de 15% en situación vulnerable, advirtió la OCDE.
Según el Programa de la ONU para el Desarrollo, en México sólo 44.3% de los hogares cuentan con computadora, así como nueve de cada 10 hogares del nivel socioeconómico alto cuenta con internet, en comparación con dos de cada 10 hogares de estratos económicos menos favorecidos.
Estas diferencias resultarán claves; por ejemplo, en la habilidad de los padres de familia de utilizar la tecnología para ayudar a sus hijos o que muchos niños tendrán que compartir con sus hermanos y sus padres los teléfonos para aprender.