Por Uzziel Ortega
A través de la red social facebook, circulan mensajes de mujeres de entre 18 y 20 donde ponen a la venta su “pack”, videos e imágenes íntimos que envian a cambio de un pago acordado que va desde los $100 hasta los $500.
Este fenómeno ha presentado un incremento durante la pandemia, pues la falta de empleos, el cierre de pequeños restaurantes, bares y cantinas, donde la mayoría de estas jóvenes laboraban, así como las limitadas ofertas de trabajo en tiendas de autoservicio abrió las puertas para que vendieran imágenes de su cuerpo.
En sus publicaciones, aclaran que no es una cuestión de trata sexual o que sean organizaciones establecidas que las invitan, sino que son conscientes que esta iniciativa es la única manera rápida, fácil y sencilla de obtener dinero.
Sin embargo, no es un delito, por lo que no hay que victimizarlas ni señalarlas puesto que ahora hay más libertades, conciencia y espacios para ofertar la demanda de ese producto, que durante la pandemia creció, pero que deben tomar en cuenta las autoridades.
Aunque ya tiene conocimiento de este mercado, la Fiscalía General de Justicia no investiga los casos al explicar que vender los packs no es un delito cuando se hace de manera voluntaria.
La falta empieza cuando una tercera persona lucra con las imágenes o coacciona a las jóvenes para que las vendan, por lo que la recomendación de las autoridades va hacia los padres de familia y detectar si sus hijas y cercanos están involucrados en ese negocio que va en auge.