Por Enrique Aranda // De naturaleza política // excelsior.com.mx
A la vista el cochinero en el que la desmedida ambición de poder y dinero de sus liderazgos regionales o locales convirtió la elección de candidatos a los gobiernos estatales en disputa este año, y ante la balcanización y eventual desaparición del partido fundado y dirigido (hasta hoy) por Andrés Manuel López Obrador, nada parece más urgente en la agenda de “pendientes de mediano plazo” de quienes le rodean que garantizar el desarrollo de una organización que, en su momento —“de cara al 2024”, comentan en voz baja—, supla al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Luego del triste espectáculo ofrecido por el partido del gobierno y de la obvia incapacidad del siempre obsequioso Mario Delgado para mantenerlo unido, en efecto, no pocos al más alto nivel del gobierno no sólo habrían comenzado a evaluar alternativas para ello si, como parece ser, la prioridad del tabasqueño sigue siendo la acelerada restauración de un régimen presidencial autoritario como el que caracterizó al priismo de los años 70, sino que, ya hoy, aseguran contar con una primera opción “amigable” representada por Fuerza Social por México, el partido del lopezobradorista Pedro Haces Barba.
Que a nadie, entonces, extrañe la cada vez más nutrida y llamativa migración de cuadros morenos desplazados en los opacos procesos de selección recientes hacia la nueva franquicia —el michoacano Cristóbal Arias, el chihuahuense Cruz Pérez Cuéllar, Dulce María Silva, de Tlaxcala, la esposa del exvocero César Yáñez, de Colima, y Claudia, su hermana, son apenas algunas de ellas— que, vale recordar, el cuestionado dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) recibió de manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, luego que el Instituto Nacional Electoral (INE) se la negara.
Merced a ello es que, ahora, fortalecer a Fuerza Social por México en la próxima elección federal, en la que no podrá signar alianza ni coalición alguna con otra fuerza política, parece ser el primer objetivo de quienes ven en el partido cuya aprobación, en su momento, propuso y avaló el impresentable promoreno José Luis Vargas, investigado hoy por la UIF, de Santiago Nieto, por supuesto enriquecimiento inexplicable y quien, huelga citar, mantiene una estrecha amistad y constante cercanía con López Obrador, ante quien, en el marco del X Congreso de la organización que lidera, no dudó en evidenciar su ciega lealtad, igual que al gobierno de la 4T, asegurando que “el Presidente no está sólo, estamos con él…”.
El asunto, pues, está más que claro: si Morena acaba de autodestruirse, ya existe quien asumirá su lugar y, en el improbable supuesto de que sobreviva a sí mismo, ya tiene un aliado (de ocasión) más…
asteriscos
* Al cierre del mes, el 27, y vía Zoom, en atención a los nuevos tiempos y como un acto de responsabilidad social, la priista Claudia Pavlovich Arellano asumirá como nueva presidenta de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que lidera ahora el potosino Juan Manuel Carreras. La sonorense será la segunda mujer en ocupar tan relevante posición.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
