Macron ordena el confinamiento de París y otros 15 departamentos

La medida se aplicará al menos cuatro semanas ante las preocupantes cifras de contagios y de hospitalizaciones en estas zonas
Por Silvia Ayuso // elpais.com
París y otros 15 departamentos franceses vivirán su tercer confinamiento en un año a partir de este fin de semana, ha anunciado este jueves el primer ministro, Jean Castex. La medida, que el Gobierno había tratado de evitar a toda costa por su impacto económico y social, ha sido decidida en vista de las preocupantes cifras de contagios y de ocupación hospitalaria en estas zonas. El confinamiento, que no será tan extremo como el que comenzó hace justo un año o como el de noviembre —las escuelas permanecerán abiertas y se permitirán actividades al aire libre sin límite de tiempo— entrará en vigor en la medianoche del viernes al sábado y durará “al menos” un mes. El toque de queda que rige a nivel nacional sin embargo será aplazado una hora, a las 19.00, a partir del sábado.

“Ante la aceleración del virus y la presión sobre los hospitales, ha llegado el momento de ir más lejos e implementar medidas más exigentes”, dijo Castex en rueda de prensa, en la que indicó que los confinamientos de fin de semana implementados desde finales de febrero en Niza, Dunkerque y Pas de Calais son “insuficientes” para contener el avance de la pandemia en las nuevas zonas más afectadas.

Estas son París y sus departamentos colindantes, la denominada Île-de-France, la zona más densamente poblada del país, así como cinco departamentos de Altos de Francia, limítrofe con Bélgica, y los de Alpes Marítimos (sureste) y los occidentales Seine-Maritime y el Eure.

Durante las próximas cuatro semanas —como mínimo—, en estos 16 departamentos solo podrán permanecer abiertos los comercios “indispensables”, aunque en esta categoría entrarán ahora las librerías y tiendas de música. Se instará al teletrabajo y, para salir de casa, los ciudadanos deberán nuevamente rellenar un justificante, aunque las causas para hacerlo son más flexibles: no solo los colegios seguirán abiertos, sino que se podrá salir a “tomar el aire” sin límite de tiempo —al contrario que en los confinamientos previos— y por una distancia máxima de diez kilómetros del domicilio (llegó a ser de solo uno).

“Se trata de posibilitar el estar en el exterior, pero no poder ir a casa de amigos”, explicó Castex, quien recordó que las reuniones y los lugares cerrados favorecen la propagación del virus.

Por el contrario, en los departamentos afectados estará prohibido viajar hacia otras regiones, salvo “motivo imperioso” o profesional. El Gobierno francés, sin embargo, no ha prohibido por el momento los viajes al extranjero desde ninguna de estas zonas.

Muestra de lo que le ha costado al presidente, Emmanuel Macron, tomar la decisión de un confinamiento total, sobre todo de la región parisina, son las múltiples reuniones con expertos y responsables políticos locales en las últimas 24 horas. París y sus alrededores suman 12 millones de habitantes, el 18,7% de la población total francesa. Pero es ante todo el principal motor económico del país: concentra el 23% de los empleos y genera el 31% del PIB nacional. Según Le Figaro, los ministros de Economía, Bruno Le Maire, y de Interior, Gerald Darmanin, fueron los que más se opusieron a un confinamiento total. De hecho, según hizo saber Le Maire al terminar el anuncio de las nuevas restricciones sanitarias, su “impacto sobre la economía francesa será de 0,2 puntos del PIB anual” y las medidas de ayuda costarán 1.200 millones de euros mensuales más, para un total de 7.200 millones cada mes.

El propio Macron ha declarado en repetidas ocasiones que un confinamiento total debía ser el “último recurso” y, pese a las presiones de epidemiólogos y responsables sanitarios locales, se resistió durante semanas a ordenar siquiera un confinamiento de fin de semana para la zona capitalina.

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Sin embargo, la situación se había vuelto insostenible: aparte de una escalada progresiva de las cifras a nivel nacional —casi 35.000 nuevos casos en las últimas 24 horas y 268 fallecimientos—, son los datos locales los que se han vuelto críticos: la tasa de incidencia en la región de París llegaba este jueves ya a 446 casos por cada 100.000 habitantes, un aumento de más del 23% la última semana. Además, la región tiene casi 1.200 pacientes hospitalizados en cuidados intensivos, por encima de su capacidad inicial de camas de UCI. Aunque los datos siguen por debajo de lo peor del pico del segundo confinamiento, las gráficas muestran una imparable flecha ascendente en los últimos días.

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