Mario Cárdenas Guillén, “El M-1” o “El Gordo”, uno de los últimos líderes del Cártel del Golfo y hermano de Osiel Cárdenas, fundador de “Los Zetas”, y de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, “Tony Tormenta”, obtuvo una sentencia de 20 años de prisión.
Un juez federal emitió el fallo por el delito de delincuencia organizada –con hipótesis de cometer delitos contra la salud–, con funciones de administración, supervisión o dirección.
Cárdenas Guillén también es requerido por la justicia estadounidense, específicamente por la Corte Federal del Distrito del Este de Texas, por el delito de “asociación delictuosa para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína HCL, en contravención al Código de Estados Unidos de América”.
“El M-1” fue detenido el 4 de septiembre de 2012, por elementos de la Marina en Altamira, Tamaulipas. Luego fue trasladado al penal del Altiplano, en el Estado de México, y el 31 de agosto de 2017 fue notificado de la nota diplomática 17-2633 de Estados Unidos, donde se requería su detención con fines de extradición.
De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Marina (Semar), al momento de la captura, Mario Cárdenas intentó retomar el control de las plazas de Tamaulipas y Veracruz, entonces controladas por “Los Zetas”. Durante su captura se le aseguró un arma, dos granadas, tarjetas, dinero y cocaína.
También conocido como “El Gordo”, estuvo preso desde 1995 y hasta 2007, periodo en el que, según se le acusa, traficó y operó el trasiego de narcóticos desde prisión. Asumió el liderazgo del Cártel del Golfo luego de que su hermano, Antonio Ezequiel “Tony Tormenta”, fuera abatido por elementos de la Semar, en 2010.
