PREPARA EL PRI EXPULSIONES Y POSIBLES DIVORCIOS Y ALIANZAS CON OTROS PARTIDOS

Carlos Brito Gómez pretende resucitar políticamente por lo que salió del cajón del olvido para saltar al ruedo y querer imponer de nuevo, líneas políticas al interior del PRI como las que movieron e hicieron transitar al partido durante muchos años. 

Carlos Brito Gómez gozó del derecho de picaporte con muchos de los últimos gobernadores priistas en Veracruz como Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, y fungió como el gurú que trasmitía las líneas y mensajes políticos de Palacio

Brito Gómez fue un elemento muy útil para el PRI y para el poder, eso nadie lo duda ni lo podrá dudar, pues desde su ronco pecho podía levantar o sepultar las querencias de aquellos que le eran afines o simplemente no le agradaban. ¡Qué tiempos aquellos Señor Don Simón!Sin embargo, la línea política de Palacio dejó de existir y la caja de Finanzas se cerró, pero aun así Brito Gómez siente que a sus años -y por la ascendencia política que tuvo entre los grupos de poder- aún es capaz de continuar su labor política. Pero los tiempos han cambiado y los grupos saben que ya no trae la línea de Palacio y por lo tanto, ya su peso específico no es el mismo. Apenas hace unos días, Carlos Brito Gómez promovió uno de sus viejos cónclaves con líderes y exlíderes locales priistas, al cual muchos asistieron gustosos del reencuentro, pero otros, simplemente lo desairaron. Esta vez, el expresidente del CDE, Renato Alarcón, fue el escogido para la convocatoria. Todo iba bien, los reencuentros siempre son bienvenidos, las anécdotas o leyendas que se sueltan en el ruedo revitalizan y hacen aparecer gratas añoranzas por los tiempos idos… hasta que llegó el momento de escuchar a Don Carlos, ahí fue donde algunos estómagos se apretaron, sobre todo cuando fundamentó la expulsión de Ranulfo Márquez Hernández y no faltó quien -en consecuencia- propusiera también la de Marcelo Montiel, su protegido. Eso debió dolerle a Don Carlos, pero aguantó vara y solo sonrió.

Otro punto que tampoco les gustó a varios de los asistentes al cónclave, fue la propuesta de Don Carlos para que desde Veracruz se proponga en la próxima Asamblea estatal (Y luego en la nacional) abandonar el pacto político electoral con el PAN y PRD y emprender otra con la oposición de hoy, léase MORENA. Eso fue lo que derramó el vaso, pues también es cierto que el PRI no podría ir solo en el 2024, sobre todo por falta de recursos económicos. No decimos aquí que esa nueva alianza que propone Carlos Brito sea positiva, redituable o necesaria, pero adelantarlo así, de sopetón y con tal seguridad, sobre todo sin que MORENA lo haya siquiera planteado o sugerido, es como ofrecerse de a gratis con quien se busca una negociación. Sabido es que en cualquier negociación, para que sea rentable, se debe realizar desde una posición de poder, incluso hasta ‘petatear’ la mano para obtener beneficios… pero así, lo que Carlos Brito está proponiendo es que MORENA se compadezca del PRI y lo levante de la lona. ¡Caray! Don Carlos Brito pareciera nuevo en estos lides, es el ABC de la negociación y por eso difícilmente se pueda ir el PRI por ese rumbo.

Es más, la propuesta de Don Carlos ha sido cuestionada afuera del cónclave por no corresponder a los tiempos, sobre todo cuando a nivel nacional el presidente del CEN del PRI sigue aferrado ser una oposición combativa de MORENA a través del Pacto por México junto con el PAN y el PRD. Así que puede ser muy probable que en la próxima asamblea del PRI a nivel estatal se escuche la propuesta de expulsión de Ranulfo Márquez y la que muchos priístas también quisieran ver, la de Marcelo Montiel, que a resumidas cuentas no ha cantado tan mal las rancheras con respecto a la lealtad que debía guardarle a su partido. Por lo demás, habría que ver quién de los priistas se prestará para subir a la tribuna de la Asamblea Estatal a proponer esa alianza propuesta con MORENA, porque una cosa es cierta, no lo habrá de hacer el propio Carlos Brito Gómez.

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