CLAROSCUROS
¡Agua Tata, agua Mama…! *

Por José Luis Ortega Vidal

(1)

La alcaldesa acayuqueña, Rosalba Rodríguez Rodríguez sostuvo una reunión de trabajo con Bruno Amitl Salamanca Esparza, titular de la oficina operativa de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) en Acayucan.
“La finalidad (de la reunión) es poder crear soluciones para la problemática del vital líquido y trabajar en equipo para que los únicos beneficiados sean los ciudadanos”, se lee en un breve boletín difundido por el área de comunicación del Ayuntamiento.
Si la memoria no me falla ésta ha sido la primera reunión -por lo menos en varios meses- entre el representante local de la CAEV y la jefatura del cuerpo edilicio en la llave del sureste.
Año con año, temporada de estiaje con temporada de estiaje, Acayucan sufre -in crescendo- severos problemas de abastecimiento de agua.
Un punto clave de esta gravísima situación en barrios y colonias populares se encuentra en las condiciones deplorables en que se encuentra la infraestructura del sistema de agua local, construido hace más de medio siglo para acercar el vital líquido desde el manantial de Platanillo, en el municipio de San Pedro Soteapan.
Dicho sistema se construyó con tecnología de la época y no se ha modernizado en décadas.
Las alcantarillas se rompen por el paso del tiempo y ello genera fugas a lo largo de los aproximadamente treinta kilómetros de distancia entre la fuente y el destino del agua.
Añadamos el factor demográfico. Acayucan contó con docenas de miles de ciudadanos menos, cuando se creó el sistema hidráulico vigente y el surgimiento de docenas de colonias populares y fraccionamientos ha demandado servicios para los cuales no se hicieron los preparativos adecuados.
Hay más: la oficina operativa de CAEV en Acayucan antes se llamó CMAPS, esto es la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento, cuya administración correspondía al Ayuntamiento y no al gobierno estatal.
En concreto, los cobros por los servicios de agua y drenaje realizados a los usuarios se gestionaban en la CMAPS y desde allí se decidía su destino en coordinación con el Ayuntamiento.
Hoy, el dinero recabado se envía a Xalapa y desde allá lo operan con el resultado -por ejemplo- de retrasos en el pago de aguinaldo para empleados sindicalizados y de confianza de la oficina local del agua como ocurrió en diciembre pasado.
Un desastre, pues.
Bruno Amiltl Salamanca Esparza es un joven nativo del Distrito Federal quien arribó al cargo tan importante de la CAEV por azares del destino político: llámese padrinazgo que ni siquiera surgió aquí sino desde su natal DF…historia aparte.
El hombre, nos consta, no es capaz de sacar una tuza de una milpa, como se dice en el campo…
En sentido estricto es un burócrata con capacidad probada para cobrar sus quincenas. Nomás.
La alcaldesa, opina quien esto escribe, se ha reunido con este muchacho por elemental sentido político y porque el jefe de la CAEV a nivel local y regional recibió la orden o motu proprio por fin entendió la importancia de coordinarse con autoridades municipales; lo cual le llevó también a visitar al alcalde de Oluta, Mauricio Alarcón.
Para llegar a la gente que decide en CAEV, allá en la capital del Estado, es importante evitar el comentario en el tono de “¿ya hablaron con Bruno?”.
Y bueno, habiendo hablado con el joven defeño a quien enardecidos vecinos que se quedan sin agua durante semas y meses, buscan cada época de seca por respuestas efectivas sin recibirlas, la alcaldesa podrá arreglar lo arreglable aquí en el terruño y partir luego a las oficinas centrales de CAEV o solicitar la presencia del titular del organismo aquí.
El tema de la escasez de agua es realmente terrible en Acayucan, también hay problemas por suministro de agua en Oluta y en un menor grado en Soconusco, municipio al cual también se atiende desde la CAEV.
Se requiere atención a la infraestructura de distribución, modernización de los sistemas de bombeo en los pozos de Apaxta -otra fuente de agua, amén de Platanillo- eficacia operativa en el día con día desde la CAEV; transparencia en el manejo de los recursos financieros -cuánto se recaba por el cobro a usuarios y cuánto se canaliza para beneficio de los mismos- reforestación, impulso a la cultura del agua para no desperdiciarla; una visión sociológica de la temática: es decir, preveer el crecimiento demográfico y el surgimiento de la oferta de vivienda en forma ordenada, planificada, incluyendo la garantía de servicios básicos como el suministro de agua y drenaje…
Asimismo debe ventilarse la pertinencia de volver a municipalizar la administración de la Comisión de Agua, tema que pasa por el Congreso.
A propósito de ello la ex diputada local Deysi Juan Antonio declaró al reportero poco antes de concluir su gestión, haber presentado una iniciativa en la LV Legislatura para municipalizar el agua en Acayucan.
La propuesta fue aprobada y se requerían documentos y acciones de parte del Ayuntamiento que presidía Cuitláhuac Condado Escamilla, comentó la profesora y ex legisladora.
No se presentaron ni los documentos ni las acciones y la municipalización no ocurrió, añadió.
Ocurre que en Acayucan no somos ingenuos ni tontos.
De una parte y de otra, es decir desde el Ayuntamiento, desde la Legislatura anterior y desde el gobierno del estado vía CAEV, hubo diferendos políticos alejados del diálogo y traducidos en el rezago para solucionar problemáticas como la del agua.
Y francamente, cuando cualquier ciudadano ya encuerado y enjabonado le abre a la regadera para enjuagar su cuerpo, no piensa en política sino en el servicio de agua por el cual pagó y no recibe.
El diputado Marcos Martínez Amador ha dicho que atenderá desde su curul el tema del agua en Acayucan. Ojalá lo haga y coloque dicho tema como prioridad antes de sus afanes por volver a competir por la alcaldía dentro de cuatro años…Lo primero es lo primero y lo primero, señor diputado, es el ciudadano.
Así las cosas, al diálogo iniciado entre los alcaldes de Acayucan y Oluta Rosalba Rodríguez Rodríguez y Mauricio Alarcón Castillo con el jefe operativo de la CAEV -el inefable Bruno Amitl Salamanca Esparza- deben seguir más diálogos, muchos diálogos, siempre diálogos entre gobiernos municipal, estatal y federal, entre poderes ejecutivos y legislativos…
Deben generarse soluciones, soluciones, muchas soluciones, las suficientes soluciones para que nadie se quede sin agua ya no digamos en la regadera sino en la multiplicidad de acciones cotidianas donde el líquido es básico, vital, elemento básico del desarrollo social.
Los alcaldes no han esperado la temporada de estiaje, ya hablaron con el encargado local de la CAEV. Desde ahora se deben tomar medidas para evitar problemas de suministro de agua durante los meses de altas temperaturas. Bien por eso.

(2)
Hermano, te acordás?
¿Te acordás de Justino,
El pobre hijito de mi alma?
Ocho años, mi nombre tenía
Y despertó una mañana
Con los ojos inflamados
Y el cuerpecito echando llamas.

¡Me muero tata!- me dijo,
¡Me muero mama!- gritaba
Tengo una sed de martirio
Siento un fuego que me abrasa.

Traigame cartas Tita,
¡agua, agua, agua mama!
¡agua, agua, agua, tata!

Volé en mi caballo al pueblo.
Siete leguas de distancia,
Siete puñales de punta,
Metidos en la garganta
Y el grito de m`hijo adentro;
De ¡agua tata, agua mama!

• El GAUCHOGUACHO: Agua Tata, agua Mama!. Poema de Claudio Martínez Paiva, escritor argentino.

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