La posición de Estados Unidos sobre la reforma eléctrica

Muchos patriotas informados han perdido la esperanza de que la reforma eléctrica sea frenada en el congreso de la Unión. Esperamos que el PRI traicione a la alianza que hizo con los ciudadanos y con el PAN y el PRD, acordando algunos beneficios a cambio de votar a favor de ella, así que ingenuamente muchos piensan que Estados Unidos se opondrá tajantemente, conociendo el servilismo del presidente ante el vecino del norte, dan por hecho que no pasará la reforma.

Jennifer Grandholm secretaría de energía de Estados Unidos se reunirá hoy con el presidente de México para platicar respecto de dicha reforma. Este artículo se escribe antes de conocer los resultados de dicha reunión. Ahora viene mi pronóstico personal.

Los Estados Unidos no tienen amigos, tienen intereses. La obligación del gobierno americano, que se cumple con mayor cabalidad que en el resto de los gobiernos, es buscar el beneficio y bienestar del pueblo americano y de sus empresas. Partiendo de esta base, podemos especular un poco respecto de que conviene a las empresa americanas.

Si recordamos la expropiación petrolera. El presidente Cárdenas recibió la instrucción del gobierno americano de aprovechar la tensión en Europa para deshacerse de las empresa europeas que controlaban no sólo la producción petrolera, sino también puertos y ferrocarriles en México. Los Estados Unidos a pesar de que aparentemente sus empresas resultaron afectadas, no se opuso, sino que apoyó la expropiación, considerando que la doctrina Monroe sigue vigente. México es parte de América, y América es para los americanos. Así, quienes apoyaron por años a Pemex fueron las empresas americanas, que hicieron –y siguen haciendo- grandes negocios con el petróleo mexicano.

¿A quién conviene que las empresas europeas, principalmente españolas dejen de tener un papel relevante en la producción de energías limpias en México?… A los americanos. ¿Quién se convertirá en el principal proveedor de CFE de equipo para instalar las próximas plantas gubernamentales de energía limpia?… Los americanos. ¿Quiénes tienen experiencia colaborando con gobiernos corruptos de Latinoamérica? … Los americanos. ¿Quiénes podrán hacer grandes negocios con la certeza de que el gobierno mexicano siempre va a cumplir sus compromisos?… Los americanos, porque son los únicos que jamás han sufrido menoscabo en sus inversiones. Incluso, si las empresas automotrices norteamericanas deciden solo producir en países en los cuales el mayor porcentaje de la energía que se consume, es energía limpia, eso llevaría a generar una mayor cantidad de

empleos en Estados Unidos a costilla de los empleos de los mexicanos. Es decir, a las empresas americanas en todo sentido les conviene la reforma energética.

Cuando ya no haya mercado en Estados Unidos para vehículos de combustión, los sobrantes de motores a gasolina, se podrán vender en mercados emergentes como el mexicano. Las empresas japonesas, koreanas, europeas que se instalan en México, pueden no cumplir con las normas que se impongan en Estados Unidos respecto a que la importación de autos solo será permitida desde países dónde la mayor parte de la electricidad provenga de energías limpias, y así, de un tajo, reducir la competencia en el mercado automotriz.

Si a ello añadimos que la producción de energía eléctrica en Estados Unidos se va a disparar con las inversiones en energías limpias que promueve el presidente Biden, podemos especular que no solo van a satisfacer toda su demanda, sino que incluso van a tener excedentes que podrán exportar… pero la electricidad se exporta por cable, y el mercado más cercano es México, así que cuando CFE sea incapaz de incrementar la oferta de electricidad acorde a la demanda creciente de la industria del país, México se verá obligado a importar energía eléctrica de Estados Unidos.

Desde cualquier ángulo que se vea, la reforma eléctrica y el daño que ésta causará al sistema eléctrico mexicano, nos pondrá en una posición de debilidad ante nuestros principales socios comerciales, quienes serán los más beneficiados de la destrucción del desarrollo eléctrico nacional.

Conociendo los antecedentes de Bartlett, AMLO y Nahle, ellos van a preferir siempre hacer negocios a corto y mediano plazo, quedar bien con el vecino del norte, y quizá hasta obtener su aval para un segundo sexenio de Morena, a cambio del daño a la patria y a todos los mexicanos. Sobre todo cuando una enorme cantidad de mexicanos ignorantes creen las mentiras que surgen día con día de palacio nacional y de todos su pregoneros, con el fin de convencer a la población de que una decisión técnica que corresponde a especialistas, es una decisión que se debe consultar y en la que debe de opinar la población en pleno, quien mediante encuestas muestra su abrumadora aprobación a la reforma eléctrica.

Alegan que no puede estar en manos de extranjeros la producción. Si un extranjero tratara de abusar, se le expropia o se le deja de comprar y pierde su inversión, al tener el monopolio de la compra de electricidad, el gobierno tiene el control del mercado. Todos sabemos que la distribución es monopolio de CFE, y que ésta no ha invertido suficiente en

ello por falta de capital. Bartlett hoy declaró que dinero para plantas de energías limpias de CFE hay en abundancia (lo cual es falso). Entendemos que el mejor mercado es un mercado competido dónde la oferta supere ligeramente la demanda, para mantener los precios bajos, y esa fue la estrategia de Peña Nieto, que cómo no es negocio para los actuales, la quieren tirar por la borda. Un gobierno sin dinero quiere invertir en actividades que pueden realizar los particulares sin ningún costo para la CFE, pero que tendría el beneficio de comprar barato y vender caro, como ha venido haciendo hasta la fecha. México es el mundo al revés en todo.

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