Administraciones municipales veracruzanos están hasta el cuello de deudas, de tantos intereses que deben pagar cada año y poco les queda para realizar inversiones locales que tanto necesitan sus pobladores.
El problema es que los alcaldes se hacen los cachetones y se niegan a ser asesorados y ayudados por SEFIPLAN para reestructurar con mejores condiciones de plazo y pagos anuales.
Hay reticencia al respecto y muchos podrían tener problemas con el ORFIS.
La mayoría de ellos -199- tienen principalmente la carga financiera que les causa la bursatilización del 20% de los ingresos que presuntamente habría por los pagos de la Tenencia Vehicular, que en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán les vendieron con la idea de que la bursatilización no era deuda.
Total, que al final de cuentas, lo que sí resultó fue una pesada carga financiera para los ayuntamientos y de los millones que recibieron los alcaldes en la época fidelista nadie vio, nadie supo y, lo peor, a nadie se castigó.
Pero además, la mayoría de Ayuntamientos deben además de la bursatilización, al Instituto de Pensiones del Estado, a la CFE, al IMSS y al SAT, lo cual les podría traer diversos problemas quizá hasta de embargos.
Por eso resulta muy extraño que esa gran mayoría de ayuntamientos desprecien el apoyo que les ha venido ofreciendo el Gobierno del Estado para sanear sus finanzas como ya lo han hecho a nivel estatal y con la Universidad Veracruzana.
¿Qué habrá detrás de esa reticencia de los ayuntamientos?¿Creerán que esos problemas se resolverán solos?
Quizá los partidos políticos en los que militan la mayoría de esos 199 Ayuntamientos no se dan cuenta que si no hacen obras nuevas y atienden las necesidades de una población cansada de tantos años de olvido en los servicios básicos, en las próximas elecciones les podría ir como en feria.
Pero bueno, allá ellos, quizá les han gustado los revolcones electorales que les han pegado desde el 2018.