Juego de pelota mesoamericano, ritual de la identidad y la memoria

Papantla, Ver.- Epicentro de cultura y arte, el Festival de la Identidad Cumbre Tajín acoge el juego de pelota mesoamericano, preservando con ello el legado de nuestros antepasados; en esta ocasión participarán 14 integrantes de la Asociación del Juego de Pelota Mesoamericana (AJUPEME).

Éste fue uno de los rituales más importantes en la época precolombina y era practicado por varios pueblos, tanto en la vida cotidiana como en acontecimientos de carácter religioso; asimismo, servía para resolver desacuerdos como pleitos por tierras, pago de tributos o el control comercial.

Pocos saben que El Tajín es uno de los antiguos asentamientos con el mayor número de canchas para esta actividad −se conocían 17 y ahora 21−, pues los habitantes de la Ciudad del Trueno depositaban su esperanza en el resultado del juego cuando se trataba de tomar decisiones trascendentales.

La seriedad del ritual estaba implícita desde la indumentaria de los participantes: cada uno debía utilizar taparrabos, complementado con protectores de cadera elaborados en cuero de venado o jaguar. No obstante, debido al peso de la pelota estaba prohibida la inclusión de mujeres en los equipos, toda vez que la creencia era que podían quedar estériles.

Por su parte, el delegado de la AJUPEME para Veracruz y Tlaxcala, Jesús Iván Jerena González, considera que ha crecido el interés al respecto, pues existen numerosas agrupaciones, equipos independientes o de tradiciones que practican el juego en todas las modalidades; por ejemplo, ellos practican el ulama, donde la bola es golpeada con la cadera. “Honor y orgullo para las raíces, no se pueden olvidar, nunca murieron, siempre han estado”.

Sin duda es una de las actividades más representativas de México, en pausa durante más de 500 años, pero Cumbre Tajín se da a la tarea de recuperar y preservar esta milenaria tradición e invita al público a revivirla.

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