Acayucan: velorio y sepelio, profundos y extensos hilos de un tejido social roto

CLAROSCUROS

Por José Luis Ortega Vidal

  • El adiós a Nagasaki

Hay que darle gusto al gusto, la vida pronto se acaba…

¿Quién te da la mano? Milano!!!
A un costado de la Iglesia de San Martín Obispo -sobre la avenida Guadalupe Victoria- empiezan a brotar flores, gente como ríos, lágrimas y una enorme fotografía de Clemente Nagasaki Condado Escamilla…
Cuitláhuac, su hermano menor, abraza a su sobrina ahora huérfana hasta subir ambos a la camioneta blanca…
Destrozado, muy encanecido, la piel roja y los ojos llenos de lágrimas el profesor Clemente Condado Mortera participa en la despedida de su primogénito…
Un metro adelante camina su esposa, la señora Adela Escamilla Ortiz; silenciosa, firme, el rostro adusto…

“Aún no se quiebra emocionalmente, pero se quebrará y será muy fuerte”, opina un acompañante…
Ella fue testigo de los seis disparos mortales contra el mayor de sus cuatro hijos, estaba muy cerca de su amado Nagasaki en el evento a favor de niños con cáncer, lo vio agonizar, lo miró morir…
“Ayúdenme”, fue la última palabra de Clemente Nagasaki Condado Escamilla y su madre, la mujer que lo trajo al mundo luego de nueve meses cargándolo, ya no pudo ayudarlo…
El sentir acayuqueño
“Fue un atentado contra Acayucan…”

“Enviaron un mensaje a Acayucan…”
Son palabras a guisa de murmullo en el cortejo fúnebre…

¿Ya viste lo que dijo el gobernador?

Sí…

No se vale…

No, no se vale…
Es una función humana, se reflexiona: despedir a nuestros muertos y recordarlos sin juzgarlos…
La declaración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez corresponde a un estilo de gobierno, a una forma dura, seca, de ejercer el poder muy respetable excepto cuando lastima, cuando duele y en Acayucan su declaración sobre la única línea de investigación en torno al asesinato del presidente del DIF y cuñado de la alcaldesa y hermano del ex alcalde, ha sido interpretada por un sector de la población como desafortunada, inoportuna, insensible…
Hay momentos y hay formas y en política la forma es fondo; la declaración del gobierno -sustentada o no, cierta o falsa- aparece como un juicio sin oportunidad de defensa para el enjuiciado…
Traer a colación la intención del gobierno de poner en Acayucan un cuartel de la Guardia Nacional y la presunta objeción del entonces alcalde Cuitláhuac Condado Escamilla -hermano del malogrado ciudadano Clemente Nagasaki Condado Escamilla- es -evidentemente- una justificación no pedida y por tanto puede interpretarse como una culpabilidad manifiesta…
Consciente o no, el gobernador veracruzano lastimó a un pueblo en el momento de despedir a uno de los suyos…
Como si fuera diez de noviembre
Las canciones en la mega bocina de Milano compitieron por momentos con los rezos dentro de la iglesia de San Martín Obispo…
Repleto el templo, como si fuera diez de noviembre por la noche y estuvieran llegando cristianos a las mañanitas de su santo…
La despedida de alguien que ya no volverá es parte de un pacto espiritual indescriptible…
Son rezos, oraciones en silencio, protocolos eclesiásticos, olores particulares que invitan a la humildad, es misa, un reconocimiento de nuestra fugacidad natural.
Polvo somos…
Es tristeza, dolor compartido…
Cientos conformados entre familiares, amigos, reporteros, acayuqueños de ayer y hoy acompañaron el cuerpo en su ataúd hasta su domicilio en el barrio Cruz Verde…
La familia -esposa, hijos- lo recibió por última vez…y lo despidió para siempre.
Velorio y sepelio, profundos y extensos hilos de un tejido social roto, no de ahora, dañado desde varias décadas atrás pero hoy particularmente hecho pedazos…
¿Quién sigue?
Se preguntan los veracruzanos de Acayucan y de Cosoleacaque y de Tlaltetela y de Minatitlán y de Coatzacoalcos y de Poza Rica y de Xalapa y de Veracruz y de Córdoba y de Río Blanco y de Oluta y de Emiliano Zapata y de Omealca y de Yanga y de Papantla y, y, y, y de…¡Nomás un puño de tierra…! Cerró cantando la banda acompañante del cortejo fúnebre..

Foto: Alejandro Ceja, Corresponsal Diario del Diario del Istmo

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